Jesucristo: Nuestro Dios Cercano

A manera de testimonio personal, en el año 2007 mi madre sufría de una complicada gripe que literalmente le cortaba la respiración. Para aquellos tiempos su servidor formaba parte de un ministerio de evangelismo en el cual cada sábado salía a predicar la palabra a distintos lugares del país. Ese fin de semana en especial tuve que tomar la decisión de dejar a mi madre en casa y trabajar para el ministerio.
Mientras viajábamos al lugar casi siempre solíamos orar durante el camino, y recuerdo muy bien esa oración en especial pues Dios me quebrantó al punto de ya no articular palabras sino gemidos. Esa tarde lloré como un niño delante de Dios y al poco tiempo pude percibir que mis amigos estaban intercediendo por mi colocando sus manos en mi espalda en señal de un apoyo incondicional. Pero algo inusual ocurrió: Casi de inmediato comencé a sentir un calor inexplicable dentro de mi. Al hacer una pausa en mi llanto y oración pude sentir cuatro manos en mi espalda cuando eran tres las personas que estaban orando por mi persona. ¿De quién fue la cuarta mano? Hasta este día aun proclamo que fue Jesús quien tocó mi espalda esa tarde. Estoy plenamente convencido de ello porque desde ese momento mi madre fue sanada de esa enfermedad hasta este día. Aunque muchas veces no hemos podido sentir la presencia de Jesús eso no significa que no esté allí con nosotros. Recuerda que fue Jesús quien tomó la iniciativa de acercarse a la humanidad.


Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón que había venido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades, y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados. Y toda la gente procuraba tocarle porque poder salía de él, y sanaba a todos. - Lucas 6:17-19


Al leer este texto aprendemos que Jesús descendió del monte donde oraba y se detuvo en un lugar llano. Cuando los hijos de Dios tomamos la determinación de buscar a Jesús este no se encuentra en un monte escarpado y alto donde se dificulte subir, tampoco en las profundidades de la tierra donde nos cuesta descender, Jesús se encuentra en tierra llana, no escarpada, donde todo aquel que quiera buscarle pueda encontrarle. La distancia entre el hombre y Dios siempre estará a un doblar de rodillas. Mira lo que la palabra dice al respecto

Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.- Salmos 145.18

Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón y salva a los contritos de espíritu.- Salmos 34.18

Cercano estas tú, oh Jehová, y todos tus mandamientos son verdad.- Salmos 119:51


Si de algo podemos estar plenamente seguros es que Dios siempre se mantiene cerca de nuestra oración. Moisés animaba al pueblo a servir y obedecer a Jehová de esta manera

Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? - Deuteronomio 4:7





Volviendo al pasaje de Lucas la gente tuvo que poner de su esfuerzo para reunirse con Jesús. Ellos venían de lugares tan distantes como desiertos (Judea); de altas montañas (Jerusalén) y literalmente esta juventud cruzó fronteras con el fin de estar junto a él. Considera que esta gente no venía sola. Tuvo que cargar con enfermos de lugares tan distantes como el Líbano soportando todo tipo de inclemencias e incomodidades por una sola razón: Deseaban ver a Jesús.
¿Qué precio ha pagado usted para estar con Jesús? A muchos nos pesa dedicar un día a la semana para adorar a Jesús en nuestras congregaciones o dedicar un momento en nuestro día para llevar a cabo un devocional. Comenzamos lecturas bíblicas y estudios que no concluimos ya sea por pereza, por afán o porque sencillamente no tenemos tiempo. Pero lo mas triste de esta reflexión no son las excusas que podamos presentar sino a las personas que no se mencionan en el texto de Lucas. ¿Que pasó con los samaritanos los cuales estaban a menos de un día de camino para ver a Jesús? Su propio orgullo y su enemistad con los judíos (siendo ambos pueblos hermanos) les privó de recibir la bendición de poder estar con Jesús y recibir sanidad. Muchas veces somos nosotros los que nos privamos de poder estar con Dios al dejar crecer raíces de amargura en nuestro corazón.

Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios, que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe y por ella muchos sean contaminados. - Hebreos 12:15

Las raíces de amargura nacen del rencor, del odio, de la envidia y de la decisión errada de no perdonar las ofensas. Dios no puede obrar en un corazón endurecido por el rencor pues tal como el verso en hebreos nos enseña esta raíz estorba nuestro crecimiento. Debemos pedir perdón a Dios y a nuestros hermanos por haber permitido que dicho rencor creciera en nuestro corazón. 

(La multitud) había venido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades.- Lucas 6:17 Más importante que tu petición es escuchar las palabras de Jesús. La multitud se agolpó con el objeto escucharle y  recibir sanidad de sus enfermedades. Nótese el orden establecido por la palabra: Ninguno puede recibir sanidad, fortaleza, ánimo, milagros sin antes haber escuchado primero las palabras de Jesús. Muchas veces dicha palabra afectará tu comodidad, tu carne y obligará a un cambio interior de tu parte pero debemos comprender que la carne, el ego, el orgullo deben morir para que Dios se manifieste en tu vida. Más importante que tus peticiones es el pleno convencimiento que Jesús esta a tu lado. Una vez tú tengas la certeza que Jesús esta contigo, todo lo demás, incluyendo la petición por la que te presentaste ante Jesús quedará relevada a segundo plano. Pedro, en el evangelio de Juan expresó el sentir de todo aquel que verdaderamente busca de Dios

Le respondió Simón Pedro: Señor ¿a quién iremos? Tu tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el cristo, el hijo del Dios viviente.- Juan 6:68-69


Las palabras de Jesús tienen poder por ser palabras vivas

De cierto, de cierto os digo: el que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna y no vendrá a condenación mas ha pasado de muerte a vida.- Juan 5:24


"Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos"

Jesús no hace acepción de personas
En el evangelio de Mateo Jesús prometió que en oración todo aquel que pida recibirá, el que busque hallará y al que llame se le abrirá. Toda oración es recibida por Dios y ninguna oración, por raquítica, floja o sin sentido que sea deja de ser escuchada. La biblia es clara al decir que Jesús sanó a todos aquellos que le buscaron sin faltar ninguno de ellos. Muchas veces dejamos de orar al pensar que somos demasiado perversos para ser dignos de un perdón. Nos dejamos engañar por nuestro adversario y desistimos de buscar por un sentimiento de culpa y remordimiento que hay en nosotros. La gente buscaba desesperadamente tocar a Jesús porque poder salía de él; el suficiente poder para sanar y ser restaurados. Nosotros no debemos conformarnos con menos que eso, debemos persistir hasta poder ser sanos por el Creador

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Vendedor mas grande del mundo, pergamino #1 (Og Mandino)

Ezequiel 2-3:19 : El Llamamiento del profeta y su ministerio

Tiatira: La iglesia inmersa en las profundidades de Satanás