Los tres toques de Dios

Si hay una persona en la biblia, aparte de nuestro Señor Jesucristo, con una conducta intachable y perfecta es Daniel. Si tienes la oportunidad y el deseo de leer dicho libro te darás cuenta que durante toda su vida  no tuvo ningún error: Siendo parte de la realeza fue deportado a Babilonia a quien Dios dio de su gracia ante sus captores  pues fue engrandecido a tal manera de llegar a servir a cuatro reyes durante su vida. Desde muy chico decide no contaminarse con la comida del rey y esa determinación la sostuvo hasta ser de edad avanzada. Influenció a todos sus conocidos, desde reyes a servidores poniendo en manifiesto que Jehová es su Dios y que nada impediría que le adorare y obedeciere. Este Daniel, varón perfecto con testimonio intachable recibe de parte de Dios una visión que lo turbó hasta el extremo de no probar manjar delicado ni bebida en su boca. Tanto lo deprimió que descuidó su apariencia y fue uno de sus criados quien escribió lo sucedido, teniendo la tarea de animarlo y fortalecerlo


En el año tercero de Ciro rey de Persia, fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero el comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la vision. En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. No comi manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con unguento, hasta que se cumplieron las tres semanas.

 

Al igual que Daniel nosotros, por más recto que intentemos caminar delante de los hombres y de Dios no es ninguna garantía que dicho andar nos evitará una vida de tribulaciones, un conflicto grande como la biblia lo declara; a tal punto que nos robará en más de una ocasión la paz y la tranquilidad, incluso hasta quedar completamente solos y sin fuerzas. Más de alguno que pasa por momentos duros se preguntará ¿dónde está Dios cuando más lo necesito? Y la respuesta es sencilla: Está en su trono; sigue gobernando tu vida y teniendo el control de ella. Por más tempestuosa que sea la tormenta la voz de Dios sólamente podrás encontrarla en la quietud de tu corazón.

Pero oí el sonido de sus palabras, y al oír el sonido de sus palabras caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.- Daniel 10:9

 

La noticia no fue nada grata. Esta persona había pasado del anonimato a ser el hombre más buscado del país de la noche a la mañana. ¿La razón? Su celo por Dios lo había llevado a asesinar a cuatrocientos profetas de Baal en el monte Carmelo. Producto de esa valerosa acción el pueblo de Israel se había volcado al unísono para servir a Jehová, tras haber sido testigos que era el Dios verdadero con poderosas señales; (no todos los días se ve caer fuego del cielo). Ahora, Elías se encontraba en Beerseba, la última región del país, a punto de atravesar el desierto para salvar su vida, la reina lo perseguía y esa amarga sensación de saber que de llegar a ser capturado moriría el último de los profetas de Jehová. Aunque se sentía abandonado y con deseos de morir los planes de Dios eran otros. Su Padre celestial quiso enseñar una lección en medio del sufrimiento. Después de caminar por cuarenta días hasta Horeb Dios le mostró a Elías que Su presencia se encuentra en un silbo delicado y apacible. Tus planes en medio del dolor serán de angustia, pero los planes de Dios son de esperanza. En medio de la tormenta más fuerte debemos guardar silencio, atras de tus sollozos, de tus quejas se encuentra ese silbo delicado y apacible que vuelve a inyectar vida a tu espíritu.




Ante cualquier problema el primer toque de Dios será para que te humilles delante de su majestad


Y he aquí una mano me tocó, he hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos .- Daniel 10:10


Humillarse delante de Dios es el principio de tu restauración. Cuando doblas tus rodillas estás reconociendo que Dios es soberano y tiene el control sobre cualquier problema que estes pasando, ha tenido el control desde el principio de los tiempos y en la tormenta más tempestuosa será tu refugio y provisión. Es cuando dejas todo en sus manos, confiando en esa manera en él que tendrás la victoria ante cualquier adversidad. Cuando metes tus manos estas estorbando el plan que tiene para ti y Dios tiene que quebrantar todo orgullo y toda soberbia de ti para poder actuar en tu vida. ¿Hasta cuando vamos a reconocer que Dios es Todopoderoso , Todosuficiente y nosotros simples hombres que tendemos a fracasar cuando hacemos las cosas por nuestra cuenta? Dios conocía el problema de Daniel y escuchó la oración de Daniel desde el primer día que clamó


Entonces me dijo: Daniel, no temas, porque desde el primer día en que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras y a causa de tus palabras he venido.- Daniel 10:12



El segundo toque de Dios es para que tú alabes en medio de la tribulación


Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios.


Aún en medio de los problemas tu debes rendir alabanza a Dios. Tu oración, lejos de enflaquecer debe cobrar fuerzas en momentos de angustia. David lanzaba un grito de agonía al momento de escribir el salmo 69: ¡Sálvame oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma! Estoy hundido en cieno profundo donde no puedo hacer pie; he venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido, han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios...Pero yo a ti oraba, oh Jehova, al tiempo de tu buena voluntad; oh Dios, por la abundancia de tu misericordia y por la verdad de tu salvación, escuchame.
Notamos tres cosas en este texto: 
 
  • A pesar de estar en angustia David nunca dejó de creer en Dios, pues lo siguió llamando "Mi Dios"
  • En los problemas más fuertes es donde la misericordia de Dios esta presente
  • El auxilio y la salvación de Dios son una realidad 

El tercer y último toque de Dios es para fortalecerte

 

Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez y me fortaleció.- Daniel 10:18

 

 

Ya que traemos a memoria a David hay un pasaje bíblico al final del primer libro de Samuel donde el rey David regresaba al Neguev después de una campaña y encontró una tragedia: La ciudad donde moraba había sido invadida, quemada y su gente, incluyendo sus dos esposas estaban cautivas. El pueblo que regresaba con David al enterarse lloró mucho y se llenó de amargura el corazón de ellos. Mientras ellos peleaban por un hombre su gente estaba siendo atacada. Tanto fue su dolor que se hablaba ya, no como un simple rumor sino como una realidad a corto plazo, de matar al mismo David.
Al enterarse el rey se turbó mucho, al igual como nosotros nos turbamos con los problemas, malas noticias o amenazas de embargo, pero en lugar de sumirse en su desesperación y permitir que el pánico lo invada David hizo algo digno de imitar:


Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; más David se fortaleció en Jehová su Dios. - 1 Samuel 30:6

 

¿Notas en ese versículo que es David quien buscó fortalecerse en Dios y no lo contrario? El levantarse es una cuestión de actitud, un paso de fe de caminar con Dios aunque todo parezca perdido. Somos más que vencedores en Cristo





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