El Espantapájaros

Hay un cuento clásico el Mago de Oz, en el que hay varios personajes. El hombre de paja es el que más interesante me parece. Él quería un cerebro y junto con el hombre de lata, el león y Dorothy encaminan una aventura hacia el castillo para ver si el mago les concede sus deseos.
El hombre de paja… de paja era su cuerpo, me ponía a pensar que difícil era para él la vida, alejada del fuego.Claro este es un cuento, pero en la vida real, la paja no sirve de mucho pues es desecho, su uso es solo de relleno. Pero en un tiempo fue útil, fue verde y el grano de trigo dependió totalmente de ella para su crecimiento. Llegó el momento en que ya no la necesitó era necesario que se desprendiera de ella debido a que si el grano seguía pegado a la paja sé pudriría. La paja y el trigo eran uno al principio, pero no todo el tiempo.

¿Alguna vez has ayudado a alguien? ¿Te das cuenta que llega el momento en que ya no te necesita?
Hay que dejarlo ir. El caso es claro en los hijos, pero no es de los hijos de quien quiero hablar, sino del creyente y su paja. Simbólicamente… ¿Qué es la paja en el creyente?
La paja en el creyente es todo aquello que le ayudó en el principio a crecer y que ya no necesita más. No me estoy refiriendo a tu Pastor, ni a la doctrina, ni mucho menos a la fe; me refiero a las emociones inmadurez, terquedad, problemas con tu propio yo, decepciones etc. Todo aquello que experimentó en los primeros años de su caminar con Jesús y le hizo tener experiencias un tanto amargas, pero que ya no necesita. Se supone que ya maduró con tantos golpes de cabeza que el mismo se hizo por no entender. Los problemas nos ayudan a crecer, a madurar. Nuestra emoción nos enseña a no confiar en ella, sino en Jesús. Nuestra inmadurez nos mostró que las cosas se hacen mejor si pensamos antes de hablar y con otra opinión somos más sabios. Esa es la paja a la cual me refiero; la que nos ayudó a crecer, pero que ya no necesitamos, porque se supone que ya hemos madurado.
Juan el Bautista dijo.
“…  y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja”.  Mateo 3:12.
Tenemos que permitir que el Señor queme esa paja que ya está seca y nos ahogará si la dejamos donde esta.
¿Qué tal nosotros?
¿Hay paja aún en nuestras vidas?
¿Somos todavía espantapájaros rellenos?

Comentarios

  1. Este es el texto que escogí para Adalides, ¿Puedo Usarlo? Gracias!!!!

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  2. orale julio te leo y se me hace difícil pensar que es contigo con el que platico tantas veces.
    en verdad me sorprenden tus escritos y creo ya no es broma el que me pases tantito coco.

    p.d mmm creo a mi pastor le encantaría tu escrito
    muy bueno felicidades.

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