...Acerca de la fe....

Durante un terremoto, ocurrido hace unos pocos años, los habitantes de la pequeña ciudad, presos del pánico, corrían de una a otra parte, cuando se apercibieron de una anciana, a quien todos conocían, en cuya actitud no podía verse sino paz y sosiego, la cual, desde la puerta de su vivienda parecía sonreír a los espantados. Alguien le preguntó: --Abuela ¿No tiene usted miedo?.A lo que la anciana, una cristiana fiel, contestó: --No, no tengo miedo…. Muy al contrario… Estaba pensando que mi suerte es grande, pues tengo para ayudarme a un Dios que puede, si quiere, sacudir el mundo.*

Si tu comienzas a buscar el significado de la palabra FE es casi seguro que te encuentres con muchas definiciones confusas y teológicas acerca de ella. Irónico pues es una palabra que únicamente posee dos letras. La razón es que nosotros como humanos siempre tratamos de complicar lo sencillo cuando el propósito inicial de Dios nunca fue ese. Tu puedes visitar librerías cristianas donde encontrarás temas como: “Activa tu fe” “Una fe sin límites” “Ciencia y fe, nuevas perspectivas” Como si fuese un método o una técnica a desarrollar o ejercitar. Constantemente estamos buscando que alguien mas nos diga acerca de ella y no vemos lo que Dios mismo nos dice.

El Creador del Universo define la fe con dos palabras en Hebreos 11.1: Certeza y Conviccion. La palabra griega para certeza es e´leg-khos y literalmente se traduce “Pararse en…” se refería a los títulos de propiedad por ejemplo: estoy parado - e´leg-khos – en mi casa, en mi terreno, en algo que me pertenece. Aunque no podamos verlo en estos momentos debemos tener la plena confianza que tomamos como nuestras las promesas de Dios para nuestra vida, pararnos sobre ellas y estar seguros que Dios nunca permitirá que su palabra falte.

El hecho que Dios cumpla sus promesas no quiere decir que hará lo que nosotros pidamos. No olvides que siempre debe hacerse su voluntad y no la nuestra. Estamos pidiendo mal decía Santiago, porque pedimos para nuestros deleites (Santiago 4.3). Si la fe consistiera en cumplir nuestros sueños yo estuviera casado con una mujer como Anne Hathaway o Emily Deschanel (de la serie Bones), manejaría un Ford Mustang 1969 y la gasolina no aumentaría a mas de $2.50. Ninguna de esas cosas tengo, por una razón: A Dios no le interesa que seas rico en esta tierra. Si El prospera tu vida cuando le sigues, pero no vino a crear una élite de ricos y famosos acá en el mundo. (Una verdadera lástima la verdad, le tendré que decir a Anne que no seremos novios jajaja). Tampoco vino a hacer shows de sanidades como últimamente hemos observado. El capítulo 11 de hebreos muchos lo catalogan como “El Salón de la fama de la fe” Pero no a todos los que están en ese capítulo les fue bien en la vida. Ninguno puso su mira acá, porque sabía que esto, lo que palpamos, lo que vemos se acaba. Pusieron su mira en las cosas de arriba, donde el ladrón no hurta. Sus tesoros fueron celestiales y no terrenales.

La segunda palabra es Convicción. Tuve que pasar un tiempo a solas en mi casa para preguntarle a Dios lo que significaba. Su respuesta al principio no me gusto mucho, pero después la comprendí. ¿Qué ocurriría si lo que anhelas en la vida no se cumple? ¿Seguirías alabando a Dios? ¿Levantarías tus manos en la iglesia con el mismo fervor? ¿Amarías a Dios sin resentimiento alguno? De eso se trata la convicción. Estar seguro que pase lo que pase TU ESTARAS ALLI.

Si te encuentras con la incertidumbre que si Dios hará o no el milagro no olvides que ha usado el sufrimiento para que le conozcamos. Lamentablemente nosotros somos así, cuando estamos bien nunca nos acordamos de agradecerle por las cosas grandes y pequeñas que nos da, solo en el sufrimiento traemos a memoria a Dios. Job después de haber padecido lo que ningún humano en esta tierra pasó antes dijo estas palabras:

 De oídas te había oído;
Mas ahora mis ojos te ven.

Job 42.5

Conoció a Dios hasta que padeció sufrimientos. En la noche más oscura es cuando el verdadero carácter del hombre se manifiesta, donde Dios Padre pule todo tu ser, cuando ya no queda nada (ni nadie) a tu lado es cuando Dios no se avergonzará de llamarse Dios tuyo (Hebreos 11.16) y el mundo no te merecerá a ti.

A Dios la Gloria

*Tomado del Diccionario de Anécdotas e Ilustraciones E-Sword