Un modelo de Oración (parte final)
No nos metas en tentación mas líbranos del mal…
Kirby Puckett fue un beisbolista que llevó a los Twins de Minnesota a ganar los campeonatos de 1987 y 1991. Aunque otros equipos le ofrecieron contratos más grandes, el se quedó con los Twins durante toda su carrera.
Durante su instalación en el Salón de la Fama del Béisbol en el 2001, Puckett recordó las dificultades que tuvo que enfrentar en su crecimiento en el deporte. Su necedad de convertirse en un beisbolista se vio muchas veces sujeta a tentaciones. Los traficantes de drogas y los miembros de las pandillas repetidamente lo invitaban a unirse a su estilo de vida. Pero siempre que la tentación lo atraía, Kirby recordaba que tenía un llamado más elevado.- El Béisbol. *
A menudo en nuestro diario vivir es imposible que no vengan tentaciones a nosotros, Jesús mismo fue tentado por Satanás en el desierto, demostrándonos que hay una diferencia abismal entre “ser tentados” y “caer en tentación”.
En la oración del Padre Nuestro pareciera que es Dios quien nos mete en tentaciones, lo cual según la carta de Santiago no es así, pues Dios no puede ser tentado por el mal y Él no tienta a nadie tampoco. (Santiago 1.13) Recordemos que fue Jesús mismo quien nos dijo que es “imposible que no vengan tentaciones a nosotros”, entonces ¿cuál fue el propósito de esa frase en el Padre Nuestro?
Más que una inmunidad a ser tentado, expresa nuestro deseo ferviente de caminar rectamente para con Dios, es más una oración preventiva: “Cuídame Señor cuando sea tentado”. Si bien es cierto que Dios no puede tentar a nadie, sí permite que seamos tentados, pues constantemente nuestra fidelidad se ve a prueba. Responde esta pregunta para ti: ¿Cuántas veces he reprobado ante la tentación? ¿Cuántas veces no superé la prueba, cediendo a mis placeres, mi manera de pensar antes de anteponer la voluntad de Dios en mi vida?
La buena noticia es que Dios, juntamente con la tentación nos da una salida para resistir los dardos de fuego del enemigo, no me lo creas a mí, la salida está en 1 Corintios 10.13.
El Creador no es un Dios lejano que nos deja a merced de las tentaciones, el las permite, pero cada tentación tiene una salida, basta con hacer una pausa en medio de la tormenta y ver dónde está el sendero de la victoria.
No quiero que me mal entiendas respecto a las tentaciones, si bien se nos ha dado armas para vencerlas, una armadura espiritual para resistirlas, una espada para combatirlas y un escudo para soportarlas no quiere decir que seamos una super raza sayayin capaz de vencer todo lo que se nos venga por delante, NO SE TRATA DE NOSOTROS SINO DE DIOS.
Una vida victoriosa no se trata de hacer guerra espiritual. Visitaba una de las librerías y encontré un libro llamado “Oime bien Satanás” como si la victoria se centrara en nosotros, como si fuéramos una especie de Rambos Vencelotodo o Terminator Espirituales. Recuerda mi hermano, somos llamados a resistir la tentación, a no jugar con ella y a huir de ella. Muy distinto a lo que se predica hoy en día ¿verdad?
Es por ello que en las iglesias de Cristo hay muchos cristianos bipolares; momentos levantan sus manos adorando a Dios y al día siguiente (por no decir el mismo día) se ven deprimidos por sus problemas.
Me impactó mucho una ilustración que escuché hace un tiempo: Un niño de cinco años se encontraba trabajando en el jardín de su casa, arrancaba maleza, sembraba un par de plantas, regaba las que cultivaba, etc. Al querer sembrar una planta nueva se encontró con una piedra a poca profundidad. Intentó por todos los medios sacarla, pero era muy pesada; y agotado se sentó frustrado en la tierra. Su padre había visto la escena desde la ventana de la sala, y conmovido salió al patio preguntándole al pequeño:
- ¿No la puedes mover?
- No – respondió.
- ¿Ya empleaste todas tus fuerzas?
- He usado toda mi fuerza, y ni aun la puedo mover un poco.
- Hijo, no has usado “todas tus fuerzas”, porque aún no me has pedido ayuda a mi.
Vencer las tentaciones no se trata de ver cuanta fuerza empleamos para ello, sino de cuanta ayuda pedimos a nuestro Padre que esta cercano y dispuesto a ayudarnos a vencer.
* Tomado de “Nuestro Pan Diario” Edicion anual 2008, 6 de marzo
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