Una pregunta contestada con hechos y no con palabras

¿Quién es este hombre? ¡Hasta el viento y las olas le obedecen! Era la pregunta que aquellos hombres fatigados se hacían entre ellos. El evangelio de Marcos no aclara si Jesús contestó esa pregunta en particular, pero el siguiente suceso que documentó el evangelista da muy claras señales que el Padre contestó dicha pregunta por Jesús.
No habían pasado cinco minutos desde que bajó de la barca con sus discípulos cuando un hombre con claras señales de posesión demoníaca les salió a su encuentro. El hecho que Juan Marcos cuente la historia de este hombre en el capítulo cinco da muestras que era uno de los principales de Gadara, y no simplemente una persona común y corriente entre el pueblo.
Desde que comenzó su tormento la gente trataba de atarlo con cadenas y con grilletes pero él simplemente parecía tener la fuerza de muchos (lo que en realidad era cierto, pues era una Legión de demonios quienes se habían posesionado de este) rompía las cadenas, destrozaba los grilletes y de paso sajaba su cuerpo con piedras filosas. La Biblia es muy clara al decir que no había persona con suficiente fuerza para someterlo.
Llegó un momento donde el pueblo sencillamente perdió las esperanzas y lo desahuciaron a que este vagara por la región. El hombre, influenciado por la cantidad de espíritus malignos e inmundos de su interior vagaba día y noche entre las cuevas donde Gadara sepultaba a sus muertos, viviendo entre huesos y aunque es repugnante comiendo cadáveres también.


Aún aquellos doce se preguntaban sobre la verdadera identidad de Jesús cuando un escalofriante y macabro alarido los asusto. Aquel hombre de Gadara, con su cuerpo cubierto de cicatrices e inmundas heridas corría a la orilla del lago de Galilea donde Jesús y sus discípulos se encontraban. Aún se encontraba a cierta distancia de Jesús, y juzgue usted si fue por miedo o por respeto que no dio ningún paso más y desde la distancia dando un alarido le gritó:

-          ¿Por qué te entrometes conmigo, Jesús, Hijo del Altísimo? ¡En el nombre de Dios te suplico que no me tortures!

Era realmente sorprendente ver a aquel quien ninguna fuerza humana había podido doblegar estar postrado a la distancia, pues reconocía que no era digno de estar a los pies del Hijo de Dios.
Cristo desde que descendió de la barca había dado una orden a este espíritu maligno que saliera de ese hombre, y que lo dejase en libertad.

-          ¿Cómo te llamas?
-          Me llamo Legión, porque somos muchos los que estamos dentro de este hombre.

Jesús ni siquiera discutió con los demonios. Si analizamos el pasaje en Marcos 5 las palabras que Jesús habló fueron mínimas. El maestro sabía que no se tiene que discutir sobre los espíritus inmundos o razonar el porque están allí, el Rey de reyes simplemente y con autoridad le ordeno a estos espíritus que salieran. Fueron ellos los que clamaban insistentemente que no los enviara a un lugar lejano. ¡La lección es simple! No se debe  razonar con Satanás.

Sucedió que había una piara en la lejanía alimentándose en una ladera. Los demonios suplicaban una y otra vez a Jesús que los dejara entrar en esos cerdos y que no los mandase a un lugar lejano. JESUS LES DIO PERMISO y los espíritus malignos salieron de este hombre y huyendo despavoridos entraron en los cerdos, y toda la piara de unos dos mil cerdos se lanzó al lago por un precipicio y se ahogaron.


El suceso fue tan violento que causó temor tanto en los apóstoles como entre aquellos que cuidaban de los cerdos. No todos los días se ve la expulsión de dos mil demonios en un hombre (eso suponiendo que cada demonio entrara en un cerdo, así que pudieron ser mas de dos mil)
Lo que vino a continuación fue ver a aquel quien los mismos poderes del infierno tenían cautivo y al que nadie daba un céntimo de esperanza por el, ser liberado de su tormento, en su sano juicio y saliendo del lugar de los muertos. El silencio que se reflejaba en el lugar armonizaba con la paz  interior del hombre gadareno el cual desde lo mas profundo de su corazón agradecía aquel milagro.
Las personas que cuidaban la manada, al ver lo que había pasado fueron apresuradamente a contarle al pueblo y no tardó mucho tiempo para que una gran multitud se reuniera a la orilla del lago de Galilea a corroborar con sus propios ojos la sanidad de aquel hombre.
Nunca antes en la historia de Gadara se vivió un acontecimiento similar a este. Fue por el impacto de ese milagro que no se le permitió a Jesús la entrada al pueblo y lo obligaron a que regresara a la barca, junto con los doce apóstoles y fuesen a otro lado. Solamente este hombre, quien había experimentado una verdadera conversión quiso seguir a Jesús y le suplicaba mucho subir en la barca junto a él, pero el Hijo de Dios le dijo que no fuese de esa manera, que regresara a Gadara y allí contara a todos las maravillas que habían sido realizadas en él y lo misericordioso que Dios había sido con su persona.
Era muy entrada la noche ya cuando regresaban Jesús y los doce en la barca. Dios suele contestar las interrogantes de una manera muy singular, y pueda ser la dureza del corazón que los discípulos no entendieron a plenitud ¿Quién era aquel hombre quien los vientos le obedecen y los demonios se postran ante él?

No tendría ningún sentido el profundizar en un texto bíblico para contar una historia y no extraer las preciosas perlas que en ella se encuentran. Tomando en cuenta lo que escribimos hace un par de semanas que no hay justo ni aun uno damos por sentado que somos imperfectos y a diario cometemos errores. Si es de esa manera no te ofendas si te escribo que tú y yo tenemos mucha similitud con este hombre gadareno, influenciado diariamente por el pecado que mora en nosotros.
A menudo, o mejor dicho SIEMPRE cometemos actos que van en contra de Dios los cuales no deseamos cometer en nuestro interior. El apóstol Pablo lo expresaba en la carta a los romanos Realmente no me entiendo a mi mismo, porque quiero hacer lo que es correcto, pero no lo hago. En cambio, hago lo que odio… Romanos 7.15 Hay muchas maneras de corregir malas costumbres, se nos enseña de valores en lo secular, pero nadie los pone en practica. Hay muchas corrientes humanistas hoy en día que a lo mejor parcialmente den resultado por un breve tiempo, pero seamos sinceros, necesitamos cambiar desde nuestro interior; y solo hay una persona que conoce nuestro interior JESÚS. Ni el humanismo, ni la religión o ningún método humano posible podrá quitarnos el pecado que llevamos dentro. Recuerda que a este gadareno lo intentaron atar y sencillamente nadie pudo hacerlo, no hubo fuerza humana que lo doblegara.


Fue hasta el momento que tuvo un encuentro cercano con Jesús que este hombre pudo ser libre por completo. Lo que los métodos humanos no pudieron hacer lo hizo el Cordero de Dios mediante su palabra.
Hay pecados que los tenemos tan arraigados que hemos luchado por años para poder deshacernos de ellos. Es una lucha interna el someter la carne a las leyes de Dios. Solamente hay una manera de eliminarlos y es poniendo a Cristo Jesús en el centro de nuestras vidas, es curioso la solución no es luchar, sino rendirnos dejando que sea Cristo quien se encargue de regenerar nuestra vida.
Lamentablemente al igual que el resto de gadarenos no permitimos que Jesús ponga un pie en nuestras vidas. Le impedimos que entre a nuestra ciudad porque amamos más nuestra manera pecaminosa de vivir que doblegarnos ante la supremacía del Rey de Reyes. El evangelio de Juan dice sobre ello: Esta condenación se basa en el siguiente hecho: La luz de Dios (Cristo) llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas. (Juan 3.19)
Irónicamente nos llenamos la boca diciendo que somos cristianos, conocemos la Palabra incluso de memoria, pero no conocemos a Aquel de quien la Palabra nos habla. Comprendamos algo en este día, el congregarte en una iglesia, el orar o el conocer la Biblia no nos hace cristianos.
Probablemente conozcas aquella parábola de Jesús sobre el trigo y la cizaña. ¿Has tenido la oportunidad de ver cizaña alguna vez en tu vida? Yo la conocí (a la cizaña) hace poco y puedo dar fe que luce como trigo, crece como trigo, se comporta como el trigo pero no es trigo. La diferencia entre la plantación de trigo y la cizaña está en el fruto.
De la misma manera hay en la iglesia personas que se visten como cristianos, hablan como cristianos, manejan la Palabra como cristianos, oran como cristianos, pero al tiempo de dar frutos no son cristianos. Ahora comprendo porque Jesús dijo: Por sus frutos los conoceréis.
¿No crees que es tiempo que examinemos nuestro andar? ¿Qué frutos has dado últimamente? El escritor de la carta a los hebreos nos aconseja Tracen un camino recto para sus pies, a fin que los débiles y los cojos no caigan sino que se fortalezcan (He. 12.13) Pablo se lo aconsejaba a su discípulo Timoteo: Esfuérzate para poder presentarte delante de Dios y recibir su aprobación. Se un buen obrero, alguien que no tiene de que avergonzarse y que explica correctamente la palabra de Verdad.

La misma misericordia que Dios tuvo con el gadareno la tiene hoy contigo. No hay pecado tan grande que Dios no pueda perdonar, comprende amado que el sacrificio de Jesús en la cruz fue perfecto, y sobre este no hay necesidad de agregar más. La mayor prueba de amor de Dios para el mundo tiene dos palabras: CONSUMADO ES



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