Ishí no Baalí

La carta de Pablo a los romanos nos enseña algo sobre nuestra confianza en la salvación proporcionada por Dios a través de su hijo Jesús

 Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado. Romanos 5.5

Dicho en otras palabras Cristo Jesús es quien mora en nuestro corazón por medio del Espíritu Santo, razón por la cual debemos estar eternamente agradecidos, que, cuando estábamos espiritualmente muertos en nuestros pecados; fue Dios quien se plació a darnos vida. 

Mucho se ha hablado del amor de Dios, un amor insondable, palpable, pero a la vez incomprendido también. Dios nos ama de la misma manera en que un esposo ama a su esposa, y tengo muy buenas noticias para ti en este día, porque en el reino de Dios no hay solteros; tú y yo somos la esposa del Cordero,  prometidos con Dios en un pacto de amor, fidelidad y obediencia.

Tratar de describir el inmenso amor de Dios es prácticamente imposible, pero en la historia bíblica hubo un hombre quien vivió en carne propia ese amor, o uno muy similar.

Palabra del Señor que vino a Oseas Ben Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá; y en días de Jeroboam Ben Joás, rey de Israel   Oseas 1.1

Muy poco se conoce acerca de este profeta menor, o acerca de su padre Beeri; con la excepción que su nombre, al igual que Josué y Jesús significan "Salvación". Oseas profetizó en Israel, cuando el reino estaba dividido en dos (diez tribus componían el reino de Israel en el norte y Judá y Benjamín al sur) Oseas, el primero de los profetas menores según el canon bíblico fue contemporáneo de Isaías y de Miqueas quienes profetizaron en el reino de Israel en el norte, en días del reinado de Jeroboam II.

En aquellos tiempos Israel vivía una relativa calma y prosperidad. Las relaciones diplomáticas con los reinos vecinos eran muy buenas, no habían guerras y el aumento del comercio trajo abundancia al norte. Pero al igual que en nuestros días, cuando comenzamos a ver prosperidad, lamentablemente nos olvidamos de Dios. A Israel le ocurrió lo mismo, había prosperidad económica, pero corrupción moral y espiritual. 

No quiero que olvides que Israel era el pueblo desposado con Dios, pero ¿como reaccionaba Dios a tal condición del pueblo? El Creador los comparó con rameras y para que el pueblo pudiera comprender a la perfección su estado pecaminoso dio una orden al profeta Oseas:

El Señor le dijo: Anda, toma para ti una mujer ramera, y engendra hijos de prostitución; porque la tierra se prostituye gravemente, abandonando al Señor.    Oseas 1.2

La encomienda que Dios le dio a Oseas iba a marcar su vida para siempre. Como mencioné líneas antes, se conoce muy poco de su familia, pero era seguro su acción, casarse con una prostituta, iba a marcar su reputación en Israel. Tanto Isaías como Miqueas tenían renombre entre las familias de Israel. Se cree que Isaías era hijo de sacerdotes y Miqueas, aunque se conoce muy poco también tuvo renombre. Oseas, al principiar su ministerio ya era el esposo de una ramera.

Cabe mencionar que la orden de Dios fue dada mucho antes que las profecías comenzaran. Este hombre iba a vivir con el estigma que era el esposo de una cualquiera, una mujer que se iba con sus amantes por un precio, y no solamente era el matrimonio en sí, pues, casi de inmediato esta mujer quedó embarazada, y no de Oseas, pues los tres hijos que Gomer engendró todos fueron bastardos. Fueron concebidos con un propósito y el juicio de Dios ante su esposa "la ramera" está descrito en los nombres de los tres hijos de Gomer.

Fue, pues, y tomó a Gomer, hija de Diblaim; y ella concibió y le dio a luz un hijo. Y el Señor le dijo a Oseas: Ponle por nombre JEZREEL, porque dentro de poco castigaré a la casa de Jehú por la sangre derramada en Jezreel, y pondré fin al reino de la casa de Israel  Oseas 1.3-4

Fue el Señor quien puso nombre a los hijos de Gomer, Jezreel, el primogénito, anunciaba un inminente juicio  a Israel, juicio que Oseas vivió en el año 722 a.C cuando el rey Sargón II conquistó Samaria llevándose cautivas a diez tribus. La palabra del Señor hace referencia a Jehú un rey de Israel que tuvo en poco los preceptos de Dios y estableció los suyos propios. La maldad de Israel fue comparada con la soberbia del rey Jehú y no pasaría por alto.

Ella concibió otra vez y dio a luz una hija. Y el Señor le dijo: Ponle por nombre LO RUHAMÁ, porque ya no me compadeceré de la casa de Israel, pues no los perdonaré jamás.    Oseas 1.6

Lo Ruhamá fue la segunda hija bastarda. Su nombre significa "sin compasión". Solamente el Creador del matrimonio puede saber ¡cuán dolorosa puede ser la infidelidad!, por esa misma razón el juicio de Dios venía y castigaría de una vez por todas a su esposa, rebajada al nivel de una prostituta.

Después de haber destetado a Lo Ruhamá, ella concibió y dio a luz un hijo. Y el Señor dijo: Ponle por nombre LO AMMÍ, porque vosotros NO sois mi pueblo y yo NO soy vuestro Dios.   Oseas 1.8-9

¿Hasta qué punto la corrupción moral de Israel llegó para desatar de tal manera la ira del Dios vivo? ¿Qué fue lo que hizo Israel para ser comparado como una simple prostituta? El apóstol Pedro hace referencia que nosotros, el pueblo de Dios, debemos cuidar nuestra salvación con temor y temblor. Dios no es ningún juguete y la misma palabra que nos dice que "sus misericordias son nuevas cada mañana", también nos dice que es un "fuego consumidor" y que no pasara por inocente al culpable. Dios expone sus quejas, el juicio a Israel no fue en vano, la inmoralidad de Israel es descrita en el capítulo dos del mismo libro

Decid a vuestros hermanos: Ammí, y a vuestras hermanas: Ruhamá.

² 

Contended con vuestra madre, contended,

        porque ella no es mi mujer, y yo no soy su marido;

        que quite, pues, de su rostro sus prostituciones,

        y sus adulterios de entre sus pechos;

³ 

no sea que yo la desnude completamente

        y la deje como el día en que nació,

        y la ponga como un desierto,

        la reduzca a tierra seca

        y la mate de sed.

⁴ 

Y no tendré compasión de sus hijos,

        porque son hijos de prostitución,

⁵ 

pues su madre se prostituyó;

        la que los concibió se deshonró,

        porque dijo: "Iré tras mis amantes,

        que me dan mi pan y mi agua,

        mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida."

⁶ 

Por tanto, he aquí, cercaré su camino con espinos,

        y levantaré un muro contra ella para que no encuentre sus senderos.

⁷ 

Y seguirá a sus amantes, pero no los alcanzará;

        los buscará, pero no los hallará.

        Entonces dirá: "Iré y volveré a mi primer marido,

        porque mejor me iba entonces que ahora."

⁸ 

Pues ella no sabía que era yo el que le daba el trigo, el mosto y el aceite,

        y le prodigaba la plata y el oro,

        que ellos usaban para Baal.

⁹ 

Por tanto, volveré a tomar mi trigo a su tiempo

        y mi mosto a su sazón.

        También me llevaré mi lana y mi lino

        que le di para que cubriera su desnudez.

¹⁰ 

Y ahora descubriré su verguenza

        ante los ojos de sus amantes,

        y nadie la librará de mi mano.

¹¹ 

Haré cesar también todo su regocijo,

        sus fiestas, sus lunas nuevas, sus días de reposo,

        y todas sus solemnidades.

¹² 

Devastaré sus vides y sus higueras,

        de las cuales decía ella: "Son la paga

        que mis amantes me han dado."

        Y las convertiré en matorral,

        y las devorarán las bestias del campo.

¹³ 

Y la castigaré por los días de los Baales

        cuando ella les ofrecía sacrificios

        y se adornaba con sus zarcillos y joyas,

        y se iba tras sus amantes, y se olvidaba de mí--declara el SEÑOR.

Israel cometió tres errores muy graves que desataron la ira de Dios:

1. Deliberadamente se dejo seducir por sus amantes
2. Usó los dones que Dios le dio para prostituirse
3. Amo más los deleites del mundo que el gozo que Dios le daba

Las mismas quejas de Dios son las del profeta con su esposa. Oseas, legalmente pudo haber ido donde cualquiera de los sacerdotes y decir "esta mujer esta casada conmigo y está prostituyéndose, he aquí las pruebas, mátenla a pedradas" también pudo abandonarla, pues no olvides que el profeta estaba libre de toda culpa, pero no lo hizo de esa manera, porque, aunque era una mujer despreciable, inmoral, codiciosa, lujuriosa y pecadora no dejaba de ser la esposa de Oseas, y él la amaba por el simple hecho que era su mujer. 

Si un hombre imperfecto pudo demostrar tal amor, ¿te imaginas el que Dios tiene por su esposa? No se le olvide querido lector, que fue Dios quien creo el matrimonio y que la esencia misma de Dios es el amor. Si no has captado el mensaje aun, nosotros somos esa prostituta. Dios, en su juicio tenía todo el derecho de matarnos por el simple hecho de ser pecadores, pero al mismo tiempo, como lo dijo Pablo, "su amor fue derramado en nuestros corazones", pudiendo obrar con ira, optó por hacerlo con misericordia, fue por esa razón que el proverbista escribió "con misericordia y con verdad se corrige el pecado, y con el temor de Dios los hombres se apartan del mal".

Quiero que pongas atención sobre la forma de proceder de un Dios misericordioso:

¹⁴ 

Por tanto, he aquí, la seduciré,

        la llevaré al desierto,

        y le hablaré al corazón.

¹⁵ 

Le daré sus viñas desde allí,

        y el valle de Acor por puerta de esperanza.

        Y allí cantará como en los días de su juventud,

        como en el día en que subió de la tierra de Egipto.

 Probablemente este 2012 no fue tu año, quizá lo terminaste mal, ignorando a Dios y deleitándote en el pecado . Dios prometió en estas líneas volverte a enamorar, volver a hablar a tu corazón y establecer una puerta de esperanza en tu vida espiritual. Está invitándote a comenzar de nuevo, no mirando hacia atrás sino llevándote al desierto y comenzar de cero. Sin la intención de parecer humanista te diré esto: Dios te desea, de la misma manera que un marido desea a su esposa, desea tener intimidad contigo, siempre lo quiso, no porque seas especial sino porque ERES SU ESPOSA. Gracia es el término teológicamente aplicado, un tipo de amor totalmente incomprensible, pero palpable.

¹⁹ 

Te desposaré conmigo para siempre;

        sí, te desposaré conmigo en justicia y en derecho,

        en misericordia y en compasión;

²⁰ 

te desposaré conmigo en fidelidad,

        y tú conocerás al SEÑOR.

¿Porqué Dios repitió tres veces la frase "te desposaré"? Por la misma razón que fueron tres los hijos bastardos de Oseas, tres los juicios de ira establecidos en el capítulo uno, tres las veces que Pedro negó a Jesús y tres los días en que estuvo muerto y resucitó. Así como fue el juicio también lo fue su misericordia, lo abarca absolutamente TODO. Dios te invita a comenzar de nuevo y solamente pide una cosa de ti nada mas.

¹⁶ 

Sucederá en aquel día--declara el SEÑOR--

        que me llamarás Ishí

        y no me llamarás más Baalí.

Ishí significa "Esposo", Baalí significa "Señor". Dios nos pide como condición que no le llamemos más Señor, porque de la misma manera se le llamaban a los baales, Israel tenía la Palabra de Dios como algo rutinario, como religión y le daba lo mismo cumplirla o no. Dios nos pide llamarlo "su esposo", porque desea que sepamos que nada malo va a ocurrirnos, que estaremos a su lado para siempre y que nada ni nadie podrá separarnos del perfecto amor que es en Cristo Jesús.

Este 2013 ya no mas Baalí, Cristo es nuestro esposo.