Envejecer para la gloria de Dios
La iglesia en Corinto fue una de las más importantes en el ministerio misionero de Pablo, y una de las más difíciles también. El apóstol invirtió mucho tiempo, esfuerzo, lágrimas y oraciones en ese lugar y aunque la iglesia crecía con el transcurrir del tiempo uno de los problemas más grandes que tuvo fue la apostasía. La causa principal era la ubicación portuaria de la ciudad, pues, la mezcla de culturas de practicamente todo el mundo conocido hacían que aún los fieles tropezaran.
Era muy común ver personas que negaron a Cristo después de haberle servido por años y entregarse a los placeres que el lugar ofrecía, y esto pasaba aún en la misma iglesia. Fue tanta la depravación que el mismo apóstol tuvo que amonestar por escrito a uno de sus hijos espirituales por haber tenido relaciones con la mujer de su padre.
Pablo comparó la vida espiritual de los cristianos con la de un atleta que compite en una carrera. Ningún atleta corre por correr; todos competimos para ganar la carrera. Asímismo la vida cristiana debe ser recorrida de tal manera que ganemos tal galardón y no simplemente "correr por correr" ni mucho menos abandonar la carrera sin finalizar.
¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire. Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado
1 Corintios 9.24-27
Al referirse como "descalificado" (desechado en otras versiones) el contexto no se refiere al tema de salvación como muchos de nosotros llegamos a creer, sino a centrar toda su vida por la causa de Cristo Jesús, incluso cuando lleguemos a nuestra vejez debemos glorificar con nuestra vida a Dios por medio de Cristo. ¿Te has preguntado como será tu vida cuando llegues a la vejez? Posiblemente hagas planes: Jubilarte, irte de viaje, disfrutar a tus nietos, administrar un negocio, etc. Lo cual no es malo ni perjudicial, pero estas haciendo a un lado la razón principal por la que Dios te llevó (o llevará) a esa edad.
En la vejez solamente tendremos dos opciones: vivir para Dios, o vivir para uno mismo. Cuando vives de una manera egoísta estás rechazando al Dios que te brindó todos estos años vividos. La biblia nos brinda muchos de estos casos, ancianos que vivieron para Dios y ancianos que le rechazaron a este
...Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años; y fue unido a su pueblo
Génesis 25.8
Si tu piensas que Dios únicamente utiliza a la juventud para sus propósitos dejame decirte que estas errado. El Creador también suele utilizar a ancianos, hombres y mujeres llenos de años y experiencia, pero con su corazón dispuesto a servirle. ¿Qué edad tenía Abraham cuando Dios lo llamo? ¿Recuerdas a un Abraham joven? El patriarca ocupó su vejez en agradar a Dios en todo lo que hizo, de tal manera que la biblia califica a Abraham como "amigo de Dios".
De todos los hombres que poblaron la tierra hubo uno que sobresalió entre los demás. Sin lugar a dudas fue la persona más acaudalada del mundo, tan próspero era, que en su reinado, el oro y la plata eran más comunes que las piedras en el camino. Únicamente la mano de Dios pudo dar sabiduría a Salomón para acumular tal riqueza. Pero muy pocos sabemos que fue hasta su vejez que el rey Salomón, con toda su sabiduría rechazó a Dios, dándole más importancia a sus placeres que a los caminos que Dios había establecido para él.
Sucedió que cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por entero al SEÑOR su Dios, como había estado el corazón de David su padre. Porque Salomón sirvió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.
Salomón hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y no siguió plenamente al SEÑOR, como lo había seguido su padre David.
1 Reyes 11.4-6
¿De que sirve invertir tu vida en el reino si desperdiciarás tu vejez? ¿Cuál es el objetivo de tu vida si no proyectas todos tus años en agradar a Dios? Volviendo al tema del apóstol Pablo con la iglesia en Corinto ¿como quieres terminar tu carrera el día que tu corazón no bombee más sangre y los pulmones dejen de expandirse? Ten en cuenta que la época de oro de Pablo comenzó alrededor de sus sesenta años cuando comenzaba a considerarse un anciano y podemos notar dos cosas en sus escritos:
1. La visión de Pablo de alcanzar la meta y acabar triunfante la carrera
...He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe... (2 Timoteo 4.7)
2. Su humildad al reconocer que pese a toda su experiencia aún no lo había alcanzado
...No que ya lo haya alcanzado, o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús... (Filipenses 3.12)
¿Cómo vivir una vejez que glorifique a Dios?
No es necesario esperar a que los años lleguen para comenzar a pensar ¿que hacer? Puedes proyectar tu vejez desde ya; debes aplicar tres frases a tu vida:
Pablo comparó la vida espiritual de los cristianos con la de un atleta que compite en una carrera. Ningún atleta corre por correr; todos competimos para ganar la carrera. Asímismo la vida cristiana debe ser recorrida de tal manera que ganemos tal galardón y no simplemente "correr por correr" ni mucho menos abandonar la carrera sin finalizar.
¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire. Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado
1 Corintios 9.24-27
Al referirse como "descalificado" (desechado en otras versiones) el contexto no se refiere al tema de salvación como muchos de nosotros llegamos a creer, sino a centrar toda su vida por la causa de Cristo Jesús, incluso cuando lleguemos a nuestra vejez debemos glorificar con nuestra vida a Dios por medio de Cristo. ¿Te has preguntado como será tu vida cuando llegues a la vejez? Posiblemente hagas planes: Jubilarte, irte de viaje, disfrutar a tus nietos, administrar un negocio, etc. Lo cual no es malo ni perjudicial, pero estas haciendo a un lado la razón principal por la que Dios te llevó (o llevará) a esa edad.
En la vejez solamente tendremos dos opciones: vivir para Dios, o vivir para uno mismo. Cuando vives de una manera egoísta estás rechazando al Dios que te brindó todos estos años vividos. La biblia nos brinda muchos de estos casos, ancianos que vivieron para Dios y ancianos que le rechazaron a este
...Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años; y fue unido a su pueblo
Génesis 25.8
Si tu piensas que Dios únicamente utiliza a la juventud para sus propósitos dejame decirte que estas errado. El Creador también suele utilizar a ancianos, hombres y mujeres llenos de años y experiencia, pero con su corazón dispuesto a servirle. ¿Qué edad tenía Abraham cuando Dios lo llamo? ¿Recuerdas a un Abraham joven? El patriarca ocupó su vejez en agradar a Dios en todo lo que hizo, de tal manera que la biblia califica a Abraham como "amigo de Dios".
De todos los hombres que poblaron la tierra hubo uno que sobresalió entre los demás. Sin lugar a dudas fue la persona más acaudalada del mundo, tan próspero era, que en su reinado, el oro y la plata eran más comunes que las piedras en el camino. Únicamente la mano de Dios pudo dar sabiduría a Salomón para acumular tal riqueza. Pero muy pocos sabemos que fue hasta su vejez que el rey Salomón, con toda su sabiduría rechazó a Dios, dándole más importancia a sus placeres que a los caminos que Dios había establecido para él.
Sucedió que cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por entero al SEÑOR su Dios, como había estado el corazón de David su padre. Porque Salomón sirvió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.
Salomón hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y no siguió plenamente al SEÑOR, como lo había seguido su padre David.
1 Reyes 11.4-6
¿De que sirve invertir tu vida en el reino si desperdiciarás tu vejez? ¿Cuál es el objetivo de tu vida si no proyectas todos tus años en agradar a Dios? Volviendo al tema del apóstol Pablo con la iglesia en Corinto ¿como quieres terminar tu carrera el día que tu corazón no bombee más sangre y los pulmones dejen de expandirse? Ten en cuenta que la época de oro de Pablo comenzó alrededor de sus sesenta años cuando comenzaba a considerarse un anciano y podemos notar dos cosas en sus escritos:
1. La visión de Pablo de alcanzar la meta y acabar triunfante la carrera
...He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe... (2 Timoteo 4.7)
2. Su humildad al reconocer que pese a toda su experiencia aún no lo había alcanzado
...No que ya lo haya alcanzado, o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús... (Filipenses 3.12)
¿Cómo vivir una vejez que glorifique a Dios?
No es necesario esperar a que los años lleguen para comenzar a pensar ¿que hacer? Puedes proyectar tu vejez desde ya; debes aplicar tres frases a tu vida:
- Una sola cosa sé
- Una sola cosa hago
- Una sola cosa buscaré
Una sola cosa se
El tumulto de gente se agrupaba cada vez más junto al estanque de Siloé. Mientras unos glorificaban a Dios otros desprestigiaban la calidad del milagro acabado de realizar. Muchos judíos cuestionaban con muchas preguntas a aquel hombre, quien hacía breves instantes había sido ciego de nacimiento pero ahora veía. Su testimonio era el mismo una y otra vez
...Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui al Siloé, me lavé y recibí la vista...
Muchos estaban confundidos, pues dicho suceso había ocurrido en un día de reposo, cuando, por orden divina nadie debía hacer actividad alguna, incluyendo sanar enfermos. Pensaron que la mejor manera de aclarar el asunto era llevarlo donde los fariseos y maestros de la ley, quienes al enterarse que había sido Jesús el responsable de todo esto cuestionaron su divinidad rebajándolo a condición de pecador.
...Este hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo...¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales?...
Me parece increible al ver la forma de proceder de estos hombres. Los fariseos, los escribas y los maestros de la ley eran personas de edad avanzada y sin discusión alguna muy doctos en la ley mosaica. Pero aún con toda su sabiduría no conocían a Jesús, no le reconocían como Dios. ¿De que sirve toda la sabiduría del mundo, toda la fama y todas las riquezas si al final no obtienes lo más importante? Ellos, llenos de orgullo se dirigieron hacia aquel hombre y le dijeron
...Da gloria a Dios, nosotros sabemos que este hombre (Jesús) es pecador...
Quiero que tomes en cuenta que este hombre era ciego de nacimiento. Nunca había presenciado un amanecer, ni el mar, nunca había visto un pájaro, era evidente que ignoraba muchas cosas y por esa razón el capítulo nueve del evangelio de Juan es específico al recalcar que tampoco conocía a Jesús, pues cuando se lavó en el estanque el Hijo de Dios ya no se encontraba en el lugar. Sin embargo, con toda su ignorancia este hombre resultó saber más que muchos de los fariseos del lugar al decir:
...Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo...
La frase se aplica perfectamente a nuestras vidas. Unos conocen más de Jesús, otros menos pero todos tenemos una cosa en común. Todos sabemos que fue él quien nos salvó; que antes estábamos ciegos en nuestros pecados, pero ahora vemos. Una sola cosa sé JESÚS ES MI SALVADOR.
...Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui al Siloé, me lavé y recibí la vista...
Muchos estaban confundidos, pues dicho suceso había ocurrido en un día de reposo, cuando, por orden divina nadie debía hacer actividad alguna, incluyendo sanar enfermos. Pensaron que la mejor manera de aclarar el asunto era llevarlo donde los fariseos y maestros de la ley, quienes al enterarse que había sido Jesús el responsable de todo esto cuestionaron su divinidad rebajándolo a condición de pecador.
...Este hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo...¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales?...
Me parece increible al ver la forma de proceder de estos hombres. Los fariseos, los escribas y los maestros de la ley eran personas de edad avanzada y sin discusión alguna muy doctos en la ley mosaica. Pero aún con toda su sabiduría no conocían a Jesús, no le reconocían como Dios. ¿De que sirve toda la sabiduría del mundo, toda la fama y todas las riquezas si al final no obtienes lo más importante? Ellos, llenos de orgullo se dirigieron hacia aquel hombre y le dijeron
...Da gloria a Dios, nosotros sabemos que este hombre (Jesús) es pecador...
Quiero que tomes en cuenta que este hombre era ciego de nacimiento. Nunca había presenciado un amanecer, ni el mar, nunca había visto un pájaro, era evidente que ignoraba muchas cosas y por esa razón el capítulo nueve del evangelio de Juan es específico al recalcar que tampoco conocía a Jesús, pues cuando se lavó en el estanque el Hijo de Dios ya no se encontraba en el lugar. Sin embargo, con toda su ignorancia este hombre resultó saber más que muchos de los fariseos del lugar al decir:
...Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo...
La frase se aplica perfectamente a nuestras vidas. Unos conocen más de Jesús, otros menos pero todos tenemos una cosa en común. Todos sabemos que fue él quien nos salvó; que antes estábamos ciegos en nuestros pecados, pero ahora vemos. Una sola cosa sé JESÚS ES MI SALVADOR.
Una sola cosa hago
Los años comienzan a pasar en tu vida. Puedes saberlo porque tu cuerpo comienza a pasar factura si cuidaste de él o no. Un día te levantas, te ves al espejo y ¡oh sorpresa! viste canas entre tus cabellos, una piel no tan tersa como antes y un par de arrugas. Ya no comes las cosas que antes comías (personalmente lamento mucho eso) y comienzas a notar que no duermes tanto como antes. Estas envejeciendo, lo cual es inevitable ha vida ha pasado frente a ti tan fugaz como la neblina en la mañana. Si ya pasas de los cincuenta o los sesenta ¿te has preguntado porque Dios te ha permitido llegar a esta edad? Al recordar el libro de los Hechos de los Apóstoles me doy cuenta de algo: ellos ocuparon su juventud en viajar grandes distancias, orar hasta altas horas de la mañana y abrir nuevas iglesias; pero en su vejez ellos ocuparon su sabiduría, su experiencia en aconsejar y alentar a otros a seguir firmes en Cristo. Por esa razón fueron las cartas a las iglesias. Pablo escribió desde la prisión estas líneas a la iglesia de Filipos
Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien una cosa hago: olvidándome lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante; sigo avanzando hasta la meta para alcanzar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús
Filipenses 3.13-14
Esto contrasta mucho con la manera de pensar de estos tiempos. Hay muchas personas de edad avanzada que no se sienten tan útiles a la sociedad, a su familia o a la congregación cuando es Dios quien les ha permitido vivir sus años para acumular experiencia y sabiduría. Necesitamos de esas personas, de sus consejos y de sus regaños. Es en la edad senil cuando queda tiempo de sobra no para desperdiciarse, sino para hablarle a otros del evangelio de Dios, para discipular personas y para seguir proclamando a Cristo, no porque la responsabilidad sea suya, pues es tarea de todos testificar de un Cristo vivo, sino porque tienen más tiempo para hacerlo y la esperanza es aún más fuerte que verán al Rey ¿comprendes ahora lo importante que eres? Talvez no quede mucho tiempo, pero ese tiempo será para agradar a Cristo y acabar la carrera. Aún en su vejez hay mucha tierra por conquistar así que es tiempo de esforzarnos y recorrer esa última milla que nos queda por delante con los ojos puestos en Jesús. Una sola cosa hago SEGUIR PROCLAMANDO EL REINO DE DIOS
Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien una cosa hago: olvidándome lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante; sigo avanzando hasta la meta para alcanzar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús
Filipenses 3.13-14
Esto contrasta mucho con la manera de pensar de estos tiempos. Hay muchas personas de edad avanzada que no se sienten tan útiles a la sociedad, a su familia o a la congregación cuando es Dios quien les ha permitido vivir sus años para acumular experiencia y sabiduría. Necesitamos de esas personas, de sus consejos y de sus regaños. Es en la edad senil cuando queda tiempo de sobra no para desperdiciarse, sino para hablarle a otros del evangelio de Dios, para discipular personas y para seguir proclamando a Cristo, no porque la responsabilidad sea suya, pues es tarea de todos testificar de un Cristo vivo, sino porque tienen más tiempo para hacerlo y la esperanza es aún más fuerte que verán al Rey ¿comprendes ahora lo importante que eres? Talvez no quede mucho tiempo, pero ese tiempo será para agradar a Cristo y acabar la carrera. Aún en su vejez hay mucha tierra por conquistar así que es tiempo de esforzarnos y recorrer esa última milla que nos queda por delante con los ojos puestos en Jesús. Una sola cosa hago SEGUIR PROCLAMANDO EL REINO DE DIOS
Una sola cosa buscaré
La mayor parte del libro de los salmos fue escrito por el rey David. Sin embargo hay un grupo de salmos que fueron escritos por algunos de sus seguidores, Asaf es un ejemplo de ello. Pero hay un salmo en particular que se desconoce su autor, lleva por título "oración de un anciano" y aunque no se conozca quien lo escribió sabemos de sobra que no importa el autor; el escrito es igualmente inspirado por Dios. Me tomo la libertad de entrelazar varios versos del salmo 71 para que podamos comprender la razón por la que Dios nos permite llegar a viejos
No me rechaces cuando llegue a viejo, no me abandones cuando me falten las fuerzas. Aún en la vejez y en las canas no me desampares, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera y de a conocer tus proezas a los que aún no han nacido. Aumenta tu mi grandeza y vuelve a consolarme. Todo el día repetirá mi lengua la historia de tus justas acciones, pues quienes buscaban mi mal han quedado confundidos y avergonzados...
¿Cual es el legado que dejaras cuando ya no estés en este mundo? ¿como te recordarán tus familiares, amigos y conocidos? Haz que esta vida valga la pena sembrando la vida de Cristo en los corazones de aquellos que aún no le conocen, eres importante para Dios, no importa los años que falten sean muchos o pocos toma en consideración que el evangelio que hoy se predica es gracias a personas que dedicaron sus años al servicio de Dios, que al igual que el apóstol Pablo también ellos pudieron decir con satisfacción
...He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe...
...He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe...
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