Ezequiel: El profeta del Espíritu (Estudio Biblico)

A lo largo de mi vida uno de los hábitos más aferrados que he tenido es el hábito de la lectura. Desde mi niñez me familiaricé con autores como Twain, Kafka o Dickens y a través de mi crecimiento los autores fueron en aumento. Fue al finalizar mi adolescencia donde tuve el enorme privilegio de ser encontrado por Dios, de ser llamado a su rebaño y encontré en los sesenta y seis libros de la Biblia la perfecta voluntad de Dios que no es otra que conocer a Jesucristo.
Sería una mentira de mi parte si dijera que entendí a la perfección la Biblia. Si eres como yo has de tener libros que son tus favoritos, pero otros que pasan desapercibidos; ya sea por que no los comprendemos y eso tiende a que formemos una barrera para impedir estudiarlos. 
Reflexionando sobre ese tema en particular en estos días llegué a la conclusión que esos libros "oscuros" y poco comprensibles merecen la misma atención, incluso mayor de ser estudiados, y fue por esa razón que comencé a navegar en  internet buscando un estudio que llenara mis expectativas. 
Uno de esos libros es el de Ezequiel y el estudio que encontré realmente vale la pena el ser publicado en este blog, pues de esa manera aclararemos las dudas, inquietudes y falsos comentarios que se han formulado de uno de los libros más difíciles de leer.
Lo titulé de esta manera por un comentario que captó realmente mi atención: "La Trinidad tiene sus profetas: Dios Padre usó al profeta Jeremías para hacer saber su voluntad, El Hijo utilizó a Isaías para dar luz a este mundo y El Espíritu Santo utilizó a Ezequiel.
Sin más demora comenzamos este estudio bíblico de Ezequiel esperando que lo disfrutes de la misma manera en que lo hice yo y que Dios nos guíe con su amor inagotable

Ezequiel .- INTRODUCCIÓN

Comenzamos el estudio de Ezequiel y hay muchas cosas que deseamos mencionar a manera de introducción en cuanto a este libro. Recomendamos encarecidamente primero leer el capítulo de estudio y posteriormente compararlo con estos apuntes. Esperamos que esto logre orientarnos en el libro de Ezequiel y en el período histórico el cual vivió el profeta.

EL ESCRITOR

En primer lugar debemos decir que Ezequiel era un sacerdote, esto se nos dice en el versículo 3 del primer capítulo; sin embargo, él nunca llegó a ejercer ese cargo porque fue llevado cautivo a Babilonia, durante el reinado de Joaquín, quien fue el rey de Judá que sucedió a Joacim. Si usted desea informarse de dicho evento puede leerlo en 2 Reyes 24.10-16. Fue durante el reinado de once años de Joacim cuando tuvo lugar la primera deportación en la que Daniel fue llevado cautivo. Después, llegó Joaquín al trono y reinó solamente por unos tres meses. Fue allá por el 597 A.C. que tuvo lugar la segunda deportación y durante esta deportación Ezequiel fue llevado prisionero.

El profeta Ezequiel fue contemporáneo de Jeremías y Daniel. Para esos tiempos Jeremías era un hombre anciano. Recordemos que Jeremías había comenzado su ministerio profético muy joven en el reinado del también joven rey Josías. Él había permanecido con el remanente en su tierra, después fue llevado con ellos a Egipto. Por lo tanto su ministerio en esa época se limitó al remanente que había ido a Egipto. Por otro lado, Daniel había sido llevado a la corte del rey de Babilonia y se había convertido en su primer ministro. Para aquellos entonces, Ezequiel se encontraba con los cautivos que habían sido llevados a los ríos de Babilonia. Los cautivos habían sido colocados junto al gran canal que salía del río Eufrates, que estaba a varios kilómetros de la gran ciudad de Babilonia. El ministerio de Ezequiel se desarrolló entre aquella gente.


El salmo 137 es el salmo de los que se encontraban cautivos junto a los ríos de Babilonia. El versículo 1 de este salmo dice: Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos y llorábamos, acordándonos de Sión. Sobre los sauces, en medio de ella colgamos nuestras arpas. Pero fue en ese mismo tiempo y en el mismo lugar donde Ezequiel escribió: Los cielos se abrieron y vi visiones de Dios. ¡Que contraste! Mientras aquellos cautivos colgaban sus arpas en los sauces y comenzaban a llorar, este hombre, Ezequiel estaba contemplando visiones de Dios. Ahora diremos algo con respecto a

SU MENSAJE

Jeremías, Ezequiel y Daniel eran todos profetas, pero cada uno tenía un ministerio  particular y peculiar entre cierto grupo de personas, y aparentemente nunca entre ellos. Del relato del libro de Daniel uno nunca llegaría a la conclusión de que Daniel visitó alguna vez a su pueblo en Babilonia, donde precisamente se encontraba Ezequiel y sin embargo tenía una gran preocupación por ellos e incluso llegó a defenderlos. Pero ¿llegaron a conocerse Daniel y Jeremías? Bueno, por su libro llegamos a la conclusión que Daniel estaba familiarizado con las profecías de Jeremías. Pueda ser que como adolescente Daniel pudo haber escuchado a Jeremías cuando aún se encontraban ambos en Jerusalén. En cuanto a Ezequiel, este era un hombre joven cuando fue llevado cautivo y él también probablemente escuchó a Jeremías aunque no conoció personalmente a Daniel.

El mensaje de Ezequiel fue el mensaje más espiritual de todos los profetas, porque trató particularmente con la persona de Dios. Alguien lo ha expresado de la siguiente manera: "Ezequiel fue el profeta del Espíritu, así como Isaías fue el profeta del Hijo y Jeremías fue del Padre"

Durante los primeros años de cautiverio, los profetas falsos aún estaban diciendo entre la gente que ellos iban a regresar a Jerusalén, y que la ciudad no sería destruida. La ciudad no fue destruida aún en el tiempo de la segunda deportación (cuando Ezequiel fue llevado). No fue hasta el año 587 - 586 A.C. cuando Nabucodonosor se dirigió a la ciudad por tercera vez y en esta ocasión sitió, incendió y destruyó la ciudad por completo. En consecuencia, por un período aproximado de 10 años, aquellos profetas falsos estuvieron diciendo que Jerusalén no sería destruida y que el pueblo regresaría a ella. Jeremías había enviado una carta a los cautivos en Babilonia diciendo que la ciudad SI sería destruida y Ezequiel confirmaba su mensaje. El advirtió al pueblo que debían volverse a Dios antes de regresar a Jerusalén. Cuando llegó el tiempo, solamente un remanente muy pequeño se había vuelto a Dios y regresaron a la ciudad muy desanimados setenta años después.

SU METODO

Ezequiel comenzó su ministerio profético cinco años después de ser llevado cautivo, y entonces él tenía unos treinta años de edad. De muchas maneras él habló en los días más tenebrosos de la nación. Fue como si el hubiera estado en la parte más profunda del valle y en el lugar más oscuro. Tuvo que hacer frente a la esperanza falsa dada por los falsos profetas, a la indiferencia y al pesimismo surgidos en los días de pecado y desastre. El pueblo no escucharía su mensaje, por lo tanto él recurrió a un método nuevo: en lugar de hablar en parábolas como lo hicieron sus antepasados y como Jesucristo lo hizo años después, Ezequiel representó las parábolas. En realidad representó algunas escenas muy interesantes. En su libro, 24.24 leemos: Ezequiel, pues, os será por señal. Según todas las cosas que él hizo, haréis; cuando esto ocurra sabréis que yo soy el Señor. La gente no escucharía sus palabras, así que él las representó y de esa manera atrajo mucho la atención.


Hoy en día la gente hace lo mismo. Usamos pancartas, banderas, en fin todo aquello que pueda llamar la atención del público y de los medios de comunicación para obtener publicidad. Ese también fue el método de Ezequiel. En una ocasión entró en una casa, se encerró en ella, luego se abrió paso cavando un túnel y salió en medio de la calle. Hoy en día eso no sería ninguna novedad, debido a que los empleados municipales pasan la mayor parte del tiempo cavando en las calles, pero en los días del profeta, cuando un hombre surgía de un agujero en medio de la calle, la gente naturalmente se reunía alrededor para preguntarle que hacía y porqué. Ezequiel tenía un mensaje para ellos y se lo comunicó, como lo veremos en Ezequiel 12.8-16

SU SIGNIFICADO

Ezequiel fue el profeta de la gloria de Dios. Hubieron tres profetas de Israel que hablaron cuando se encontraban fuera de su tierra: fueron Ezequiel, Daniel y Juan, quien escribió desde la isla de Patmos. Cada uno de estos tres escribió lo que llamamos ahora un apocalipsis. Todos ellos utilizaron un lenguaje muy simbólico, pero sin embargo, vieron la luz más brillante y mantuvieron la esperanza más alta de todos los profetas. Ezequiel pudo contemplar la gloria de Dios, del Señor saliendo del templo de Salomón, pero también vio la gloria del Señor de regreso que fue proyectada hacia el futuro y se hará realidad durante la época del reino milenario.

Ahora, el significado de Ezequiel se puede ver en la venida de la gloria durante la época del reino. Ezequiel contempló el futuro más allá de los sufrimientos de Cristo, hacia la gloria que lo seguiría. Como el apóstol Pedro dijo de los profetas en su primera carta 1.11, que contemplaron los sufrimientos y vieron la gloria después de estos, creo que Ezequiel vio ese panorama futuro mejor que cualquiera de los profetas.

Presentaremos un bosquejo general de los principales eventos para tener una idea de la estructura del libro. Son entonces cuatro divisiones principales:

1. La Gloria del Señor, la comisión del profeta.- Capítulos 1 al 7

2. La Gloria del Señor, el cautiverio total de Israel y Jerusalén, la partida de la Gloria.- Capítulos 8 al 24

3. La Gloria del Señor. El juicio a las naciones. Capítulos 25 al 32

4. La Gloria del Señor y el Reino futuro. Capítulos 33 al 48

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