Jericó: Radiografía de una Victoria (Parte Final)

En la entrega anterior aprendíamos sobre la importancia de tener a Dios de nuestro lado antes de pelear cualquier batalla por muy pequeña que sea. Hay mucha tela que cortar al hablar de la conquista y toma de Jericó; sobretodo porque más que una ciudad, significó un respaldo anímico para un pueblo que recién venía de vagar cuarenta años en el desierto.
Pero, ¿qué nos dice la biblia acerca de Jericó? Los primeros versículos del capítulo seis en realidad no son muy alentadores, porque la Palabra es muy específica al decir que 

"Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel, nadie entraba ni salía" (6:1)


La ciudad tenía unas murallas impresionantes, y el pueblo que vivía dentro estaba confiado por ello; pues era casi seguro que en batallas anteriores nadie logró atravesar sus muros de cuatro metros de espesor, si había algo en lo que ellos se sentían orgullosos era en su fortaleza. Y que bueno que la biblia nos aclara esto porque; ya trasladándolo al término espiritual, esos muros reflejan nuestros problemas que humanamente son imposibles de traspasar. De la misma manera que no hubo poder humano en atravesar los muros; de igual modo no hay poder humano que pueda vencer esa enfermedad, ese vicio o ese carácter si no es por la obra e intervención del Padre.
Los muros de Jericó, al igual que tus problemas son la especialidad predilecta de Dios, porque cuando el hombre declara que algo es imposible, Dios sí lo hace posible. ¿Qué fortaleza se derrumba con un grito si no es Dios quien obra? ¿quien puede hacer descender fuego del cielo sino Dios? ¿que adiestrador puede ordenar a cuervos a que alimenten a un hombre, u ordenar a leones a que no devoren a otro? ¿qué médico puede revivir a un muerto que lleva cuatro días así? Jesús si lo hizo. Lo que quiero que comprendas este día es que Dios permite esos problemas en tu vida precisamente porque desea glorificarse en ellos, por esta causa es que la biblia aclara que esos muros estaban bien cerrados A CAUSA DE LOS HIJOS DE ISRAEL. En la intimidad de una habitación y de manera desesperada Marta y María pedían una sanidad para Lázaro, pero Jesús quería mostrarles una resurrección. Dios quiere mostrarte más de lo que tu esperas. 

Josué no se quedó de brazos cruzados al saber el estado de la ciudad. Junto con el problema también venía una promesa pues inmediatamente Dios le dijo:

"Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra" (6:2)


Como lo decía en el escrito anterior, es imposible que no vengan problemas a tu vida, Dios lo sabe. Tiene el poder de impedir que pasen, pero lo permite por una razón: Quiere que seas fuerte. Los problemas son tan necesarios porque estos te llevaran a la madurez. Hace un tiempo un predicador decía que "las pruebas reflejan el verdadero carácter de un cristiano" le di toda la razón porque en nuestra vida vemos personas que aparentan una piedad sorprendente, reflejan una vida de oración y de servicio, pero cuando la prueba viene a ellos no soportan y huyen cual cobarde; y por el otro lado personas débiles que soportan unos problemas enormes y cuando dan testimonio son ellos mismos los que dicen que: "Solo Dios les dio las fuerzas para seguir"

Mi intención con ello no es desanimarte sino alentarte, porque todo problema tiene una Promesa. ¿Porque muchas veces no encontramos dicha promesa? Por la sencilla razón que nos concentramos más en el espesor de esos muros que en el Dios que nos guió por el desierto. Al problema lo llamamos "mi problema" o "mi enfermedad" cuando Jesús las llevó cautivas a la cruz del calvario para hacerte libre a ti.

Si tu atiendes a las promesas del Padre tarde o temprano vas a darte cuenta que su voluntad no va acorde con este mundo. Lo lógico para un pueblo que iba a conquistar era preparar los arietes, arqueros, carros herrados, caballería, etc, sin embargo Dios les dio otra orden:

"Rodeareis, pues,  la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días, y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad y los sacerdotes tocarán las bocinas. Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz y el muro de la ciudad caerá..." (6:3-5)


¿Imaginas la cara de los hombres de guerra? La estrategia era literalmente pasear alrededor de las murallas de la ciudad, soportando burlas, insultos y menosprecios de parte de las personas de Jericó que contemplaban el panorama desde arriba de los muros. Es que así es Dios, te dio la victoria sobre aquella persona que te aborrece, pero te ordena que la ames. Te ha dado la provisión sobre el trabajo que pides cuando estas desempleado, pero te ordena que des, aún cuando tu sustento sea poco. Cuando más atribulado estas, El te pide que le adores y te goces. Por eso sostengo que su voluntad no va acorde con el mundo, porque el mundo espera que hagas una cosa pero el ordena que hagas otra.



Si lees atentamente el texto bíblico te darás cuenta que no fueron siete vueltas que dieron a la ciudad como muchos creemos sino trece en total. Imagina hipotéticamente a algún soldado de ellos, varón de guerra valiente, pero no esforzado que llegó en la noche a su tienda y le dijo a su mujer: "Vieja ya me cansé de esto, hemos andado por seis días seguidos y seamos sinceros, los muros no van a caer, retirémonos porque Josué es un mentiroso, nadie ha derribado muros con puros gritos" Y este hombre no sabía que solamente le quedaban siete vueltas más para alcanzar la victoria. Peor aún, ¡imagina se retira en la vuelta número doce! ¡solamente la faltaba la última! ¿porqué saco a luz este caso hipotético? Por la razón que habremos muchos así en el pueblo de Dios. Tiras la toalla antes de tiempo y no sabías que tenías más de la mitad de la carrera recorrida, que ese problema terminaba el día de mañana, pero porque te rendiste hoy debes comenzar de nuevo, Perdona si sueno ofensivo con estas líneas pero ¿que importa que la gente se burle de ti? Dios a su tiempo te restaurará y te pondrá por alto.

Ahora si estudiamos el carácter de Josué nos daremos cuenta que siempre tuvo una cualidad: DILIGENCIA. La tuvo cuando acompañó a Moisés al monte del Sinaí, siendo la única persona que subió al monte con él, más no hasta la cima. La tuvo cuando fue encomendado a explorar la tierra cuarenta años atrás junto a Caleb y los otros diez espías. Y la podemos ver en el capítulo 3:1 y 6:12 cuando nos recalca que se levantaba muy temprano en la mañana.
Dios quiere que tengas esa actitud para vencer. Diligencia para buscarle, para servirle, para orar, para adorar. Diligencia en mostrar y modelar al mundo a Jesús en tu vida. Diligencia en corregir tu vocabulario y estar siempre velando por agradarle. 

Te preguntarás ¿porqué dejé con puntos suspensivos el versículo cinco? Lo hice a propósito por una razón pero primero leamos lo que quedó pendiente:

..."Entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante" (6:5b)



El apóstol Pablo escribía de su pluma que nosotros vamos de triunfo en triunfo en Cristo Jesús. Ese debe ser el estándar de peregrinaje de un cristiano; no debe volver atrás por nada del mundo. Jehová ordeno no solo a los varones de guerra y sacerdotes sino a TODO EL PUEBLO así que no regales esta palabra porque la orden de entrar, o mejor dicho subir y conquistar era para todos en general, hombres y mujeres, ancianos, niños, levitas, esclavos, TODO EL PUEBLO.

Finalmente leemos que:


"Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante y la tomaron" (6:20)



Dios cumple sus promesas. Para muchos en el pueblo la orden resulto ridícula al principio, pero letalmente efectiva al final. Jericó fue el inicio de una campaña de guerras y victorias seguidas. Fueron más de treinta reyes derrotados y muchas ciudades conquistadas. No en vano Josué es catalogado como un gran estratega. Fue el mismo Josué en el invierno de su vida, lleno de canas y falto de fuerzas quien escribió estas palabras: No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió (Josué 20:45)

El Padre te ha llamado a una vida llena de victorias, por lo tanto; corre esa carrera como un buen atleta, pelea como un buen soldado, has tu trabajo de tal manera que seas un obrero aprobado por Dios pues una corona te espera y la vida eterna




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