La Actitud de un Vencedor (Primera Parte)

Dios es testigo que una de mis oraciones mas comunes y frecuentes reza de esta manera: "Dios, perdóname porque hasta este dìa aún no soy el hijo que tu desearías que fuese" Es frustrante el batallar con pecados que hemos llevado por muchos años; y si bien con el transcurrir del tiempo observamos progresos aún existen obstáculos dificiles de remover.
Obedecer se ha convertido en una carga para el cristiano. Nos apasiona alabar, cantar, leer la Palabra y orar pero se nos olvida que la mejor manera de honrar y alabar a nuestro Dios vivo es obedeciendole y poniendo en practica sus preceptos.
Samuel, juez de Israel le dijo estas palabras al rey Saúl poco tiempo después de regresar de una batalla en la que salio victorioso contra los amalecitas.

"¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas como en que se obedezca la Palabra de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios y el prestar atención que la grosura de los carneros"


Por lo tanto, la biblia nos guia a entender que el mejor sacrificio que podemos brindar a Dios es nuestra obediencia. Es hasta este punto donde muchos desistirán de leer este blog pues ¿Quién pueda existir en estos días que cumpla a plenitud todos los requisitos que Dios demanda?
No te frustres, es por más sabido que el único quien se presenta perfecto delante del Padre es Jesùs, pues en Él no se encontró pecado, por ese motivo hasta este dìa nos sigue animando a imitarle por medio del Espíritu Santo. Si lees la biblia te darás cuenta que esta repleta de personas imperfectas a las que Dios usó para fines extraordinarios y proezas hasta este día mencionadas.


Una de estas personas fue llevada cautiva a Babilonia, atada de manos y pies allá por el año 586 a.C. Siendo sinceros cualquiera de nosotros se desmotivaría al saber que eres prisionero y te alejan de tu casa y tu parentela. No fue así con este, pues, su actitud de obediencia permitió que esta sirviese a cuatro reyes durante su vida: Nabucodonosor, Belsasar, Darío y Ciro. Obviamente hablamos de Daniel, un joven de la tribu de Judá; quien desde un principio procuró no contaminarse y conservarse puro para Dios y, como un dato curioso es uno; por no decir único después de Jesús, a quien la biblia no le muestra un solo defecto.

Si lees el capítulo seis del libro de Daniel, encontrarás una historia que literalmente eriza la piel. Darío era el rey de Media y Persia por aquellos tiempos, un rey maduro de sesenta y dos años y muy conciente que para sobrellevar un reino efectivo y duradero debía osar de astucia y sabiduría.
Le pareció bien al rey colocar sobre su reino a ciento veinte sátrapas (terratenientes, protectores de la tierra) para que estos gobernasen sobre el reino y, sobre estos sátrapas; tres gobernadores a los que los sátrapas diesen cuenta, de los cuales Daniel era uno de los gobernadores. No tardo mucho tiempo en que Darío el rey viese el desempeño con diligencia de Daniel, pues ya estaba pensando ascenderlo a jefe de los gobernadores.

¿Qué hubo en el caracter de Daniel que cuatro reyes distintos solicitaron sus servicios? La biblia es la que responde ese tipo de preguntas, pues podemos ver que en Daniel había un espíritu superior a los demás tal como lo dice el capítulo 6:3

"Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior, y el rey pensó en ponerlos sobre todo el reino"


Al analizar su carácter puedo ver a grandes rasgos que Daniel no era un creyente de palabra sino de acción. Daniel vivía lo que creía y no se doblegaba ante la opinión de los demás, mucho menos a la presión de grupo. Fue su determinación de seguir a Dios lo que lo hizo un excelente ser humano también. No en balde Darío le tenía gran estima. Desde muy joven Daniel tomó una decisión que cambió su vida. Optó por seguir los caminos de Dios cueste lo que cueste y no contaminarse con los placeres que el mundo da. 

Cuando la biblia dice que había en Daniel un espíritu superior algunos lo interpretarán que Daniel tenía el tipo de caracter idóneo para liderar, lo traía en los genes. No apoyaría esta opinión por dos razones: Dios nos hizo iguales a todos y todo lo que somos se lo debemos a que Él nos creo asi. 
Soy más del pensar que este Espíritu Superior al cual la biblia se refiere es el Santo Espíritu de Dios; el cual nos capacita para toda buena obra, en otras palabras tú tienes un espíritu superior dentro de ti; el Espíritu Santo el cual no es un espíritu de cobardía sino de Poder, Amor y Dominio propio.

Es mi deseo que Dios ponga esa convicción en tu vida. Habemos muchos cristianos que llegamos a conformarnos con una manera mediocre de vivir, no hablo económicamente sino anímicamente. Se nos olvidó que el Dios que tenemos dentro de nosotros es capaz de abrir mares, detener la rotación de la tierra para que el sol no se ocultara por casi un día, a su palabra las galaxias giran en derredor, se encienden y apagan estrellas, pero el hombre sigue dudando de Él y sencillamente no conquistamos más.

¿Has leído la fábula de Esopo "La Zorra y las Uvas"? No te preocupes acá te la cuento:

Era una tarde muy soleada y calurosa. Una zorra, que había estado cazando todo el día, estaba muy sedienta.
“Cómo me gustaría encontrar agua”, pensó la zorra.
En ese momento vió un racimo de uvas grandes y jugosas colgando muy alto de una parra. Las uvas parecían maduras y llenas de zumo.
“¡Oh, oh!” dijo la zorra mientras la boca se le hacía agua. “ El zumo dulce de uva sacia my sed!”.
La zorra se puso de puntillas y se estiró todo lo alto que pudo, pero las uvas estaban fuera de su alcance.
No queriendo abandonar, la zorra tomó impuso para alcanzar las uvas. Fue inutil, no pudo alcanzar las uvas.
La zorra saltó y brincó una y otra vez pero no pudo alcanzar las uvas en ninguna ocasión. Al final la zorra estaba más sedienta y cansada que nunca.
“¡Qué tonta soy!” dijo la zorra con rabia. “Las uvas están verdes y no se pueden comer. De todas maneras, ¿para qué las querría?.
Y así se marchó la zorra.

Perdona la comparación pero habemos muchos cristianos asi. Le ehamos la culpa al gobierno, a un familiar, a la economía, siempre la culpa la tendrá otro menos tú. Esa es una actitud inmadura y muy lamentable para un cristiano que ha sido llamado a conquistar. Es tiempo de salir y ser esforzados y valientes y la victoria la dará Dios en el trayecto.

Cuando tu y yo tomamos la decisión de entregarnos a Dios; Él se encarga de hacernos mejores personas. Volvamos a Daniel. Este hombre cayó en gracia de cuatro reyes al punto de ser el segundo al mando... ¡en los cuatro reinados!. Los que trabajamos entenderemos lo dificil que es lograr agradar a un jefe, pero esto se puede alcanzar cuando tu sigues a Jesús, no porque Dios cambie a tu jefe (oración milagrosa que muchos piden) sino porque Dios se encarga de cambiarte a ti. Observa detenidamente como era el comportamiento cotidiano de Daniel respecto a su trabajo

"Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel en lo relacionado al reino; más no podían hallar ocasión alguna o falta, porque él era fiel, y ningun vicio ni falta fue hallado en él"   Daniel 6:4


Igualmente esto se aplica para estudiantes, amas de casa, jefes y empleados. La fidelidad de Daniel en su vida laboral no era más que el resplandor de la fidelidad que este le tenía a Dios. Cuando tu amas a Dios realmente se nota en tu vida, lo notas tu y lo notan los demás. Jesús mismo lo decía que de la abundancia del corazón habla la boca. Lo triste de este asunto es que mientras nos decidimos si seguir o no a Dios y tomar en cuenta al Espíritu Santo para que nos guíe a Cristo; Dios sigue demandando atención en tu vida. Lo hace a diario, en cada momento en cada respiro. Sus palabras aún estan vigentes, espero no sea demasiado tarde para ti.


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