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Mostrando entradas de julio, 2016

Arrepentimiento: Un requisito para ver a Dios

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¿Porqué te alejas de tu Señor? Si Él solo quiere hacerte feliz ¿Porqué no quieres que viva en ti? Piensa en lo triste que ha de sentirse el Señor, piensa en lo triste Cuando buscándote él siempre esta Cuando no quieres oir su voz Cuando lo apartas del corazón Piensa en lo triste que ha de sentirse el Señor, piensa en lo triste No pude evtar pensar en esa alabanza cuando comencé este tema. Es una realidad que Dios quiere una relación cercana con sus hijos, pero para poder comprender a plenitud la reconciliación con Dios y el sacrificio perfecto de Jesucristo debemos entender lo que significa el arrepentimiento y lo que este conlleva, esto debido a que no puede existir una relación cercana con Dios si no hay un arrepentimiento sincero primeramente. La palabra arrepentimiento  proviene del griego Metanoé y Metanoia (pensar distinto, sentir remordimiento) aunque en algunos pasajes del Antiguo Testamento se utiliza la palabra hebrea Shub (Volverse atrás, cambiar el

Pongámonos a prueba

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La segunda carta a los corintios se escribió alrededor del 57 de nuestra era cristiana, apenas cinco años de haberse fundado la iglesia en Corinto. Se le atribuye la autoría de dicha carta al apóstol Pablo y en dicha carta Pablo defiende a capa y espada su ministerio, pues, debido a que Corinto era una ciudad cosmopolita y albergaba el más importante de los puertos marítimos, había una mezcla en la ciudad de todo tipo de creencias y cultos existentes. Era muy difícil pues, para un cristiano recién convertido, el digerir las nuevas doctrinas del cristianismo las cuales iban en contra de todo lo ya practicado.Para Pablo, como uno de los principales predicadores y fundador de la iglesia fue frustrante encontrar dentro de la congregación personas que cuestionaban su llamado ministerial, su mensaje y su forma de conducirse entre los creyentes. Había personas que cuestionaban que Pablo era un genuino apóstol, pues fue llamado por último a predicar entre los no creyentes. El mismo Pablo