Arrepentimiento: Un requisito para ver a Dios

¿Porqué te alejas de tu Señor?

Si Él solo quiere hacerte feliz

¿Porqué no quieres que viva en ti?

Piensa en lo triste que ha de sentirse el Señor, piensa en lo triste

Cuando buscándote él siempre esta

Cuando no quieres oir su voz

Cuando lo apartas del corazón

Piensa en lo triste que ha de sentirse el Señor, piensa en lo triste

No pude evtar pensar en esa alabanza cuando comencé este tema. Es una realidad que Dios quiere una relación cercana con sus hijos, pero para poder comprender a plenitud la reconciliación con Dios y el sacrificio perfecto de Jesucristo debemos entender lo que significa el arrepentimiento y lo que este conlleva, esto debido a que no puede existir una relación cercana con Dios si no hay un arrepentimiento sincero primeramente.

La palabra arrepentimiento  proviene del griego Metanoé y Metanoia (pensar distinto, sentir remordimiento) aunque en algunos pasajes del Antiguo Testamento se utiliza la palabra hebrea Shub (Volverse atrás, cambiar el rumbo).  Com ambas raíces, griega y hebrea ahora podemos construir lo que podríamos llamar una definición bíblica de lo que es el arrepentimiento el cual consiste en el acto de abandonar el pecado, aceptar la gracia de Dios e iniciar un compañerismo y una comunión íntima con el Creador. Un verdadero arrepentimiento implica un cambio radiacal en tu actitud hacia el pecado y hacia Dios.

Cuando leemos el evangelio de Mateo encontramos a nuestro señor Jesucristo diciendo estas palabras:

..."Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha acercado". Mateo 4:17

 

Hay que entender el contexto de esta frase. El último libro del Antiguo Testamento fue Malaquías y el primero del Nuevo Testamento es Mateo. Entre ambos libros hay un espacio de cuatrocientos años en los cuales Dios guardó silencio ante su pueblo. No era la primera vez que ocurría, un ejemplo es en los tiempos de Elí en 1 Samuel donde la palabra de Dios "escaseaba en aquellos días" pero nunca había Dios guardado silencio por tanto tiempo como en este período inter testamentario. Antes que dicho silencio comenzara Dios había dejado una promesa a su pueblo justo al final del libro de Malaquías en el cual enviaría al profeta Elías para volver el corazón de los padres a los hijos. Tal promesa se cumplió cuatrocientos años después con la aparición de Juan el bautista en el desierto de Judea. 

Respecto a Juan; Jesús dijo que él era el profeta Elías que había de venir y de hecho su labor fue muy importante debido a que vino a preparar el camino del Señor, a enderezar las sendas torcidas y preparar los corazones para el arrepentimiento. Fue tal el impacto que, Jesús, después de salir de Nazaret, lugar donde moró por alrededor de treinta años, comenzó a predicar por doquiera que fuere de la necesidad de arrepentirse pues (despues de cuatrocientos años) el reino de los cielos se había acercado.

Ha sido la voluntad de Dios desde el inicio de los tiempos el tener una comunión íntima con la humanidad tal como lo dice la segunda carta de Pedro

No queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. - 

2 Pedro 3:9B

 

Tal necesidad de arrepentimiento la expresó Juan el bautista en mateo 3:2 refieriendo las mismas palabras que jesús dijo al iniciar su ministerio.

Nuestro Señor Jesucristo vino a este mundo a cumplir la voluntad del Padre. Uno de esos propósitos a cumplir se encuentra en Mateo 9

Id pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero y no sacrificios. Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores al arrepentimiento .- Mateo 9:13 

 

Hoy en día Jesús sigue llamando a los pecadores al arrepentimiento, pero ¿cómo puede una persona arrepentirse si no hay nadie quien le predique? Pablo escribia sobre ello en romanos

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿y como creerán en aquel de quien no han oído?¿y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿y como predicarán si no fueren enviados? Como está escrito ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz; de los que anuncian buenas nuevas! . Rom 10:14-15

 

Para que una persona se arrepienta Dios utiliza la predicación como herramienta. El problema hoy en día es que hemos delegado la predicación del evangelio a sermones detrás de un púlpito. Creemos que es responsabilidad solamente del pastor o de laicos y nos desligamos de la gran comisión que Jesús dio en mateo 28. Todos tenemos la obligación de hablar sobre aquel que nos sacó de tinieblas a luz admirable. De no hacerlo será demandado a nosotros tal responsabilidad

Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. Pero si tu amonestares al impío y el no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. - Ezequiel 3:18-19

Quiero que notes que el propósito por el cual Dios amonestaba al impío es para que este reaccionara, se arrepintiera y se convirtiera de su mal camino con el fin que viviese; es nuestra responsabilidad el hablar de un Cristo que salva de la condenación eterna y de un Dios amoroso que los ama con un amor que excede a todo conocimiento; de lo contrario, de tomar a la ligera ese precioso mandamiento la sangre que se pierde será demandada de nuestras manos. Por esa razón Pablo decía ¡Ay de mi si no predico el evangelio! y el mismo Pablo exhortaba a Timoteo a predicar la palabra, a instar a tiempo y fuera de este, redarguir, reprender, exhortar con toda paciencia y doctrina.

Surge entonces una interrogante ¿es el arrepentimiento algo que los inconversos deben poner en práctica o nosotros como cristianos debemos arrepentirnos tambien? Debemos saber que para que una persona se arrepienta en su corazón debe tener una noción de a Quien ofendió. Como cristianos debemos arrepentirnos a diario por dos razones: Estamos atados a un cuerpo carnal que a diario querrá llevar a cabo deseos que van en contra del espíritu y segundo es que Dios nos ha dado vida y hoy somos conscientes que somos conocidos de Dios y sabemos que esta presente con nosotros.
Cuando analizamos el libro de Daniel desde un punto de vista biográfico y psicológico vemos a una persona que realmente fue perfecta en todos los sentidos. No hay si un solo error en la vida de este profeta, sin embargo, junto al río Quebar, Daniel tuvo una visión y recibió estas palabras de parte de el Creador

Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.- Daniel 10:12

 

¿Que necesidad tenía Daniel de humillarse delante de Dios siendo un hombre perfecto y sin mancha? Porque Daniel sabía que la persona que estaba junto a él es un Dios tres veces Santo, que no hay sombra de variación en Él, Padre de nuestras almas, Todopoderoso quien mandó a su Hijo que es Admirable, Consejero, Dios Fuerte; padre Eterno y Príncipe de Paz y murió por nuestros pecados resucitando al tercer día con poder, ascendiendo a los cielos enviándonos un Espíritu de Poder, Amor y Dominio Propio.
Si un cristiano deliberadamente sigue pecando y siente paz al hacerlo sencillamente es porque no ha conocido a Dios y Dios no esta en él. Un verdadero hijo de Dios levantado por el Espíritu nunca se conformará con su manera de ser y siempre buscará más y más de Dios hasta lograr establecer una íntima comunión con el Creador. 

Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento... Mateo 3:11

 

Si sacamos un poco de contexto el pasaje bíblico la palabra bautizo significa "imersión"  y cada vez que la biblia hacer referencia al agua es una tipología referente a las Escrituras, pues al igual que el agua limpia, purifica y da vida. Una íntima relación con Dios se logra a traves de la lectura bíblica y del estudio de esta pues sumergiéndonos en la Palabra podemos llegar a conocer a plenitud a Dios y eso nos guía a un arrepentimiento como cristianos.
Según romanos 2:4 es la bondad de Dios la que nos guía a un arrepentimiento; es mi deseo y oración que puedas conocer el eterno amor de Dios y volver a sus caminos.