Pongámonos a prueba

La segunda carta a los corintios se escribió alrededor del 57 de nuestra era cristiana, apenas cinco años de haberse fundado la iglesia en Corinto. Se le atribuye la autoría de dicha carta al apóstol Pablo y en dicha carta Pablo defiende a capa y espada su ministerio, pues, debido a que Corinto era una ciudad cosmopolita y albergaba el más importante de los puertos marítimos, había una mezcla en la ciudad de todo tipo de creencias y cultos existentes.

Era muy difícil pues, para un cristiano recién convertido, el digerir las nuevas doctrinas del cristianismo las cuales iban en contra de todo lo ya practicado.Para Pablo, como uno de los principales predicadores y fundador de la iglesia fue frustrante encontrar dentro de la congregación personas que cuestionaban su llamado ministerial, su mensaje y su forma de conducirse entre los creyentes. Había personas que cuestionaban que Pablo era un genuino apóstol, pues fue llamado por último a predicar entre los no creyentes. El mismo Pablo se compara como "un abortivo" referente a su ministerio. 

Por esta razón escribió sobre la necesidad de que todo creyente se auto evaluara para reconocer de una vez por todas si realmente somos de Cristo Jesús, o sin saberlo estamos conduciendo a otras personas a la apostasía

Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos que Jesucristo esta en vosotros, a menos que esteis reprobados? - 2 Co. 13:5


Hoy en día estas palabras de Pablo están vigentes entre el pueblo de Dios. No importa el tiempo que tengamos como creyentes siempre es necesario realizar un examen interno para probar si realmente somos de Cristo. ¿Por que razón? Volvamos a recordar la parábola del trigo y la cizaña para comprender mejor

Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es comparado a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, al dormir los hombres, vino su enemigo y sobresembró cizaña en medio del trigo, y se fue. Y cuando germinó el tallo y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Y acercándose los siervos del padre de familia, le dijeron: Señor, ¿acaso no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? Y él les dijo: Algún enemigo hizo esto. Le dicen los siervos: ¿Quieres, pues, que vayamos y la recojamos? Pero él les dice: No, no sea que recogiendo la cizaña arranquéis con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y en tiempo de la siega diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla totalmente, pero el trigo reunidlo en mi granero. - Mateo 13:24-30


Analiza la imagen de arriba. Antes de madurar el trigo y la cizaña se ven prácticamente iguales ¿sabes cuál es la diferencia de ambos? El trigo da frutos, la cizaña no. De la misma manera en las congregaciones existen personas que lucen como cristianos, cantan como cristianos, hablan como cristianos pero que no dan frutos en sus vidas por ende no son verdaderos cristianos. No pretendo con esto provocar una caería de brujas, si no al contrario el evaluarnos, arrepentirnos de nuestros pecados y convertirnos a Cristo. ¿Cómo saber si soy cristiano entonces? de la misma manera que el trigo se diferencia de la cizaña por sus frutos el verdadero hijo de Dios se dará a conocer por las obras que realiza. Jesús dijo que identificaríamos a los suyos por los frutos buenos que estos den. El problema hoy en día es que tenemos la creencia que comenzaremos a dar frutos hasta que seamos maduros en la fe cuando no es así. El verdadero cristiano da frutos desde el momento de su conversión. Juan el bautista lo dijo de esta manera:

Hagan, pues, frutos dignos de arrepentimiento. Mt 3:8

¿Recuerdas a Zaqueo? él procuraba ver a Jesús y Dios le concedió ese privilegio. Desde el momento que Zaqueo abrió las puertas de su casa (y de su corazón) comenzó a dar frutos dignos de arrepentimiento.

Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres, y si algo he defraudado a alguno, lo restituyo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, por cuanto él también es hijo de Abraham; porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.- Jn 19:8-10

Volvamos a la segunda carta a los corintios. Una de las razones por las que Pablo exhortaba a sus hermanos era para saber si realmente ellos estaban en la fe. ¿A que tipo de fe se refiere? Hay tres tipos de fe

  1. La fe necesaria para salvación
  2. La fe necesaria para soportar las pruebas
  3. La fe empleada para vencer al mundo

La fe necesaria para salvación


La carta a los efesios nos dice claramente que por gracia somos salvos, por medio de la fe (2:8) Entonces surge la pregunta ¿Qué es lo que realmente salva a un pecador? ¿la gracia o la fe? Debido a que toda la gloria, honra y honor pertenecen a Dios no podemos jactarnos que somos salvos por NUESTRA FE porque si lo haces de esa manera estas compartiendo los créditos de la salvación con Dios y Él no comparte su gloria con nadie.  El autor y consumador de la fe es Jesucristo según Hebreos 12:2 en pocas palabras Jesús es quien creo la fe, la hizo crecer y la consumó en nuestras vidas. Nosotros estábamos muertos espiritualmente por esa razón no existía manera de poder percibir a Dios si no es por la razón que Cristo dio vida a nuestro espíritu y depositó la fe necesaria en nuestros corazones para poder ser salvos. 

Al evaluarnos en este tipo de fe debemos hacer esta pregunta ¿realmente soy un hijo de Dios? recuerda que el Espíritu Santo es quien da testimonio a nuestro espíritu si realmente somos de Dios


La fe empleada para soportar las pruebas


Antes de ser entregado a las autoridades para ser crucificado Jesús le dijo a Pedro

Simón, Simón, he aquí que Satanás os reclamó para zarandearos como a trigo. Pero Yo rogué por ti que no desfallezca tu fe. Y tú, cuando hayas vuelto, fortalece a tus hermanos. - Lc 22:31


Imagino a Jesús orando a Dios. Era un hecho que Pedro pasaría por pruebas y Jesús pudo pedir por fortaleza, templanza o habilidades especiales para que Pedro pudiese soportar la prueba; pero era más importante que Pedro nunca perdiese su fe. Tan importante que Jesús oró a Dios para que esto no aconteciese.
Es imposible no cruzarnos con problemas en nuestra vida, pero en lugar de pedir que desaparezcan (que no estaría mal la idea) debemos pedir porque nuestra fe nunca decaiga. Vamos a llorar, a afligirnos pero la victoria final le pertenece a Dios

¿cual es tu actitud cuando vienen problemas a tu vida?


La fe empleada para vencer al mundo


Debemos tener presente que el mundo en el cual vivimos no es nuestro hogar. Filipenses 3:20 dice que nuestra ciudadanía se encuentra en los cielos donde también esperamos al Salvador, nuestro Señor Jesucristo. Es casi imposible no contaminarse con las cosas del mundo entonces ¿cómo podemos vencer? Por nuestra fe

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe .- 1 Juan 5:4


Para poder vencer al mundo tendrás que pelear a diario para no contaminarte. Romanos nos exhorta a renovar nuestra mente a diario, efesios a tomar toda la armadura de Dios para poder soportar los dardos de fuego del maligno y gálatas a estar firmes en la libertad que Cristo nos llamó. 
El apóstol Pablo antes de ser sacrificado le escribió estas líneas a Timoteo

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.- 2 Tim 4:7


Debemos tomar en cuenta que para poner en práctica estos tipos de fe dependerá estrictamente de ¿cuán cerca quieres estar de Dios? Es tu crecimiento espiritual lo que alimentará la fe con oración, estudios de la biblia y asistir a tu congregación. De lo contrario, estamos en riesgo que nos ocurra lo que Jesús dijo en Lucas 21:34

Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida y venga de repente sobre vosotros aquel día


Eres el único responsable de tu crecimiento espiritual... Piensalo


  

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