Jesucristo: Nuestro Gran Sumo Sacerdote

La palabra "Cristo" viene del griego "Jristos" y es un título que se le atribuye a Jesús de Nazaret como "ungido por Dios". En las costumbres del Antiguo Testamento se ungía generalmente a tres tipos de personas: Reyes (2 Samuel 5:3), Profetas (1 Reyes 19:16) y Sumos Sacerdotes (Éxodo 30:30). En los escritos antiguo testamentarios el término "Ungido" vino a aplicarse específicamente al mesías esperado, ya que, en su papel de redentor del mundo, cumpliría los tres ministerios por los cuales fue ungido: Como Rey, como Profeta y como Sacerdote.

El evangelio de Juan sostiene que 

El Logos se hizo carne, y habitó entre nosotros, y contemplamos su gloria (gloria como el Unigénito del Padre) lleno de gracia y de verdad. - Juan 1:14


¡Alabado sea Dios! gracias sean dadas por enviar a su Hijo Jesús a una humanidad que estaba perdida en pecados y delitos y de esa manera volver a reconciliar el hombre con Dios a través de la sangre de Jesús. La biblia nos exhorta a considerar en nuestros corazones a Jesús el Mesías el cual

Existiendo en forma de Dios no quiso por usurpación ser igual con Dios, sino que se despojó a si mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres y hallándose en la condición de hombre fue obediente hasta la muerte, y muerte de cruz  


Hemos reconocido como cristianos a Jesús como el enviado de Dios, lo alabamos como rey, estudiamos las palabras que habló como profeta, pero hemos entendido poco su función sacerdotal. Cabe mencionar que el único texto que muestra a Jesús como sacerdote es la carta a los hebreos la cual dice:

Por tanto, teniendo un gran Sumo Sacerdote que ha traspasado los cielos: Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. - Hebreos 4:14


¿Que implica ser un sacerdote?  Según la definición del diccionario bíblico un sacerdote era la persona debidamente consagrada para ministrar en las cosas sagradas como un mediador entre el hombre y Dios, y para ofrecer sacrificios por los pecados de los hombres. En pocas palabras, como institución el sacerdocio se fundamenta en el concepto que el hombre por naturaleza no goza del favor de Dios y por tanto necesita un mediador que conozca los caminos del Señor y pueda llevar a cabo la reconciliación.
Si hablamos de un mediador entre Dios y los hombres Jesucristo lo es por excelencia. El mismo habla acerca de su ministerio: "Yo soy el camino, la verdad y la vida y nadie viene al Padre sino por mi". Más tarde el apóstol Pablo escribe a Timoteo estas palabras:

Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. - 1 Timoteo 2:5


Jesús fue el encargado de reconciliar al hombre con Dios. Existía una enemistad y una separación desde que el hombre fue tentado en el Edén. La humanidad estaba separada de Dios y sin esperanza a tal punto que la carta a los romanos nos aclara que no hay ninguno que sea justo, no existe una persona que haga el bien, todos a una nos extraviamos y nos hicimos inútiles y lo seguiríamos siendo de no ser porque Dios extendió su misericordia para con nosotros.



¿Porque es de suma importancia el sacerdocio de Cristo? Primeramente por su condición como Dios Jesús es ministro de las cosas celestiales. Permítase explicarlo mejor: En el antiguo testamento Dios ordenó a Moisés la edificación de un tabernáculo sobre el cual se ofrecerían los sacrificios por el pueblo y en el cual cualquiera que buscase a Dios con todo su corazón debía ir hasta ese tabernáculo. Cuando se construyó el tabernáculo y sus utensilios fue conforme al modelo que de antemano le fue mostrado a Moisés en el monte (Éxodo 25:40). Años después el escritor de hebreos habla sobre esos utensilios y los compara como figura y sombra de las cosas celestiales,  en otras palabras no eran cosas que debían darse como reales sino como parecidas a las reales. A Dios nadie lo ha visto jamás, entonces, ¿como saber que forma tiene el tabernáculo celestial? La única persona que da testimonio de ello es nuestro Señor Jesucristo el cual ha traspasado los cielos (subió hasta este) y mira lo que nos aclara el autor de hebreos:

Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal Sumo Sacerdote que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro de las cosas santas y del verdadero tabernáculo que erigió el señor y no el hombre. - Hebreos 8:1-2


De la misma manera en que Jesús se ofreció en sacrificio por nuestros pecados también fue el ministro que realizó el ritual de purificación, como Sumo Sacerdote en el tabernáculo celestial. La biblia aclara que sin derramamiento de sangre no hay perdón por los pecados, en la antigüedad la sangre de los corderos y machos cabríos únicamente cubría el pecado de Israel (He. 9:22), pero con el sacrificio de Cristo y su función como sacerdote el vino a quitar el pecado de una vez y para siempre tal como lo dice la palabra desde los profetas

Yo, Yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo y no me acordaré de tus pecados. - Isaías 43:25 

¿Qué Dios hay como Tú, que carga con el pecado y pasa por alto la transgresión del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su indignación porque se complace en la compasión. Y volverá a compadecerse, y sepultará nuestras iniquidades y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. - Miqueas 7:18-19 


¿Porque me conviene como cristiano que Jesús sea sumo sacerdote? Hebreos nos dice que nos convenía un Sumo Sacerdote como Jesús debido a que en su condición como Dios, Jesús es Santo, inocente, incontaminado, separado de los pecadores y exaltado por encima de los cielos. (7:26) por lo cual podemos confiar plenamente en su persona. Muchas veces el pecado endurece nuestros corazones a tal punto que llegamos a alejarnos de Dios. A nuestra mente vienen pensamientos como "Dios no me perdonará", "De que sirve arrepentirme si mañana estaré haciendo lo mismo", "La religión no es lo mío, soy demasiado débil" Hemos llegado a creer que Dios esta lejos de nosotros por el hecho que padecemos debilidades y a diario estamos sometidos a tentaciones cuando la realidad es totalmente diferente. Tenemos un Sumo Sacerdote que se compadece de nuestras debilidades pues el mismo fue sometido a tales padecimientos pero sin caer en pecado. Si hay alguien que sabe la manera de como poder limpiar nuestros pecados en el diario vivir y como podernos conducir en los caminos de Dios de la manera correcta es Jesús.

Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino Uno que ha sido tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. - Hebreos 4:15


Cada vez que lloramos porque pensamos que un pecado es demasiado fuerte para vencerlo, cuando creemos que nuestro problema no tiene solución o pedimos ayuda a los cielos hay alguien que se compadece de nosotros a tal punto de interceder por nuestra causa de la misma manera que un abogado nos defiende ante la ley.  La biblia misma nos enseña que una de las funciones que los sacerdotes cumplen es su indulgencia con los ignorantes y los extraviados (5:2) Otras definiciones para indulgencia son ser condescendiente, comprensivo, clemente, benévolo, benigno, compasivo, misericordioso. Dios te conoce, es tu Creador, no puedes ocultarte de Su persona, no hay secretos para con Dios. La biblia dice que

No hay criatura escondida en su presencia; antes bien, todas las cosas están desnudas y expuestas a los ojos de Aquél a quien tenemos que presentar cuenta. - Hebreos 4:13


La biblia en hebreos 4:14 nos manda a retener nuestra profesión ¿a que se refiere con ello? Gracias a ese sacrificio de Cristo nosotros ahora formamos parte de la familia de Dios y como miembros de esa familia tenemos la obligación de proclamar el nombre de Cristo y alzarlo como bandera en nuestras vidas

Pues por medio de Él (Cristo), los unos y los otros tenemos derecho a entrar por un mismo Espíritu al Padre, así pues ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos con los santos y miembros de la familia de Dios. - Efesios 2:18-19

Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos. - Deuteronomio 26:18

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