Una oración de confianza y valor
Cuando uno comienza a familiarizarse con las computadoras en más de una ocasión nos hemos encontrado con este mensaje "Restaurar sesión anterior". Esto pasa cuando ya sea consciente o inconsciente hemos cometido un error y el software de la computadora nos da la opción de comenzar desde antes que hubiesemos cometido ese error.
Aplicándolo a nuestra vida cristiana y para ser específicos en la oración, muchas veces necesitamos un restart también. Estadísticamente las iglesias cristianas reportan una baja de miembros en los servicios de oración; ya que, como personas, no hemos fomentado la costumbre de tener una conversación con nuestro Creador y nos estamos perdiendo de los enormes beneficios que una vida de oración pueda traernos a nuestro ser. Y si esto no fuese alarmante lo siguiente lo será: Las pocas veces que oramos frecuentemente lo hacemos de una manera errónea tal como Santiago lo dice en su carta:
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Y es que tratar de orar de la manera más correcta posible debe ser lo que todo cristiano debe buscar. Esa fue una de las peticiones que un discípulo de Jesús (La biblia no menciona su nombre) el cual al ver a Jesús orar pidió que se le enseñase también a hacerlo
Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. Lucas 11:1
Es el momento entonces de que, de la misma manera en que las computadoras se restauran cuando algo anda mal, la iglesia también busque los orígenes de una buena y sana oración. Si metaforicamente nos reiniciamos como iglesia volveremos a los tiempos de aquella asamblea en Jerusalén; en la fiesta del pentecostés, donde el Espíritu Santo fue derramado sobre ciento veinte personas ¿Qué tenía esa iglesia en particular? Su pureza. La biblia nos narra que ellos tenían todas las cosas en común, ¡Que privilegio hubiese sido vivir en aquellos días!
Y puestos en libertad, fueron a los suyos, y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Y cuando ellos lo oyeron, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano, Tú eres el que hiciste el cielo y la tierra y el mar, y todo lo que en ellos hay, que por medio del Espíritu Santo, por boca de tu siervo, nuestro padre David, dijiste:
¿Porqué se amotinan las naciones y los pueblos piensan cosas vanas? Acudieron los reyes de la tierra y los príncipes a una se reunieron Contra el Señor y contra su Ungido.
Porque verdaderamente se aliaron en esta ciudad contra tu santo Siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y los pueblos de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu designio predestinaron que sucediera. Y ahora, Señor, considera sus amenazas, y concede a tus siervos hablar tu palabra con todo denuedo; mientras extiendes la mano para que haya sanidades y señales milagrosas, y prodigios mediante el nombre de tu santo Siervo Jesús. Y cuando ellos oraron, el lugar en que estaban congregados tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
(Hechos de los Apóstoles 4:23-31 Traducción de la Biblia Textual)
El pasaje anterior muestra un modelo de oración que la primera iglesia realizara exactamente al día siguiente de una poderosa manifestación del Espíritu Santo en el templo La Hermosa. Tras sanar un cojo de más de cuarenta años, Pedro y Juan fueron llevados ante el concilio, siendo apresados después por las autoridades religiosas de aquellos días e intimados para que no se predicara más del nombre de Jesucristo so pese a las consecuencias. Tras dejarlos libres, ambos regresaron a los suyos y les contaron todo lo que les había acontecido. La iglesia de Dios oró de la misma manera que nosotros debemos orar estos tiempos
1. Proclamando la soberanía de Dios
Soberano, Tu eres el que hiciste el cielo y la tierra y el mar y todo lo que en ellos hay...
La oración es la herramienta que conecta nuestro corazón con el de Dios. El Creador nos brinda ese privilegio tan grande para que con toda confianza podamos llamarle Abba (Papito). Nuestro Señor Jesucristo nos enseño que a Dios podemos llamarle con toda confianza nuestro Padre. Como tal, podemos confiarle todas nuestra penas y angustias, así como alegrías y logros; pero nunca debemos olvidar que esa confianza no debe caer en irrespeto. Dios no es igual a nosotros por lo tanto debemos darle el lugar que merece. Los primeros creyentes proclamaron la soberanía de Dios en la naturaleza y nosotros debemos hacer lo mismo. El Dios con el que conversamos a diario es quien hizo los cielos y la tierra y no importa que tan grave sea nuestro problema, el merece ser honrado por quien es.
Job cayó en el error de querer tratar a Dios como un ser humano a tal punto de irrrespetarlo:
¡Ojalá pudiese disputar el hombre con Dios como con su prójimo! Job 16:21 }
2. Orar con la Palabra
Que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Porqué se amotinan las gentes y los pueblos piensan cosas vanas? se reunieron los reyes de la tierra y los príncipes se juntaron en uno, contra el Señor y contra su Cristo...
Una oración correcta consiste en un diálogo efectivo entre Dios y tu persona. Para que esto suceda es necesario el llevar dos cosas simultáneamente: Un devocional donde apartes tiempo para Dios sin interrupción alguna y una lectura sistemática de la Palabra de Dios. Si falta el devocional tu estarías simplemente leyendo un libro y no la revelación de la Palabra de Dios, adquirirías conocimiento, pero estarías vacío por dentro y si falta la lectura bíblica ignorarías cual es la voluntad de Dios para tu vida. ¿Cómo podría el Espíritu Santo traer a tu mente versículos bíblicos si tu no tienes una cultura de lectura? Los creyentes de la iglesia primitiva citaron en su oración el salmo 2 como un respaldo a su oración.
Daniel usa este mismo tipo de oracion en el capítulo 9
En el año primero de su reinado yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años. Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza
En otras ocasiones es un recordatorio de las promesas de Dios al momento de orar.
Te ruego que te acuerdes de la palabra que Tú ordenaste a tu siervo Moisés, diciendo: Si vosotros prevaricáis, Yo os dispersaré entre los pueblos, pero si os volvéis a mi y guardáis mis mandamientos y los cumplís. aunque vuestros exiliados estén en el extremo de los cielos, de allí Yo los recogeré y los conduciré de nuevo al lugar que escogí para que allí tabernaculice mi Nombre . - Nehemías 1:8-9
La oración debe estar ligada a la palabras porque solamente de esa manera Dios puede obrar a plenitud en nuestro ser
3. Reconocer que Dios tiene el control
Para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera...
El Dr. James Dobson es autor de uno de los libros cristianos con mayor venta a nivel mundial. El libro es titulado "Cuando lo que Dios hace no tiene sentido" el cual esta plagado de testimonios de creyentes los cuales pareciera que Dios se olvidó de ellos o se equivocó en algun aspecto en sus vidas, todo para llegar a la conclusión que Dios no tiene la obligación de explicarnos todo lo que El hace, pues no olvidemos que somos barro en sus manos y debemos poner nuestra confianza en que esta obrando para bien. El salmo 104 nos muestra que Dios tiene un absoluto control sobre su creación y el autor del salmo glorifica a Dios por ello. Piensalo. Dios controla las mareas manteniendo a la luna a una distancia ideal de la tierra, el sol calienta nuestro planeta a tal punto que si estuviese un poco más cerca o más lejos sería practicamente imposible que hubiese vida. Las estaciones estan ligadas al movimiento de traslacion de la tierra y el día y la noche al de rotación y todo esto por una simple palabra de nuestro Creador.
Los primeros creyentes tuvieron en mente que lo que Cristo padeció no fue un mero accidente circunstancial sino algo predestinado desde el inicio de los tiempos con un propósito a alcanzar, la salvación tuya y mía. Si logramos captar esa manera de pensar entonces los problemas que atravecemos, la deuda que nos agobia, el empleo que necesitamos, y cualquier tipo de problema Dios lo permitió con el objeto de probarte, parqa moldear tu carácter y afirmarte como hombre de Dios.
De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador y hagan el bien
4. Anteponer los intereses de Dios a mis intereses
Y ahora Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades, señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús...
Analicemos el contexto histórico de este versículo: Pedro y Juan padecieron por causa del nombre de Jesús, fueron llevados ante el concilio y ganaron muchos enemigos, líderes religiosos de aquellos tiempos los cuales los encerraron e intimaron, amenazándoles que no se predicase más el nombre de Jesús. Cualquier creyente en su sano juicio al escuchar este tipo de testimonio hubiese dicho Señor no permitas que yo pase lo mismo porque ¿a quién le gusta el ser amenazado? en cambio, la petición unánime de la iglesia fue el tener valor para poder hablar de Cristo con valor, energía y decisión.
Más que nuestros propios intereses, Dios esta ansioso por que su reino se expanda a los confines de la tierra y por esa razón la iglesia primitiva buscaba formar parte de ello. Esto me hace reflexionar ¿hace cuánto tiempo no oro por mi iglesia? ¿por mi pastor? ¿servidores? ¿misioneros?
Pedir por nuestras peticiones en la oración sin incluir aquellas donde el reino de Dios crezca es pedir de una manera egoísta y egocentrica y en nuestro tiempo de oración siempre debemos hacer un espacio para interceder por el reino y por aquellos que trabajan para ello.
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