Tres tipos de enfoque
El evangelio de Juan nos revela a Jesús como Dios. El escritor del evangelio; que dicho sea de paso fue uno de los discípulos de Jesús, muestra cual fue el carácter de nuestro Salvador y la intención que tenía hacia la humanidad en general. Ningún otro libro de la biblia nos revela el corazón de Jesús como el evangelio de Juan.
Muchas personas que vivieron en los tiempos de Jesús no comprendieron a plenitud la intención verdadera del ministerio de Cristo. Un ejemplo de ello lo vemos en el capítulo seis de Juan:
22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que éstos se habían ido solos.
23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.
24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?
31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis
El pueblo quería apoderarse de Jesús y hacerle rey, buscaban a un caudillo que los libertase del imperio romano para de esa manera poder vivir libres e independientes. Su visión estaba totalmente errada, pues, Jesús, aunque es Rey; su reino no es de este mundo y la libertad que el pueblo anhelaba no es la libertad que Jesús da. Pero para comprender el comportamiento de la masa debemos indagar que es lo que antes había ocurrido: Poco tiempo después de la alimentación de los 5.000 el rumor del milagro se propagó de manera veloz, y multitudes buscaban desesperadamente a Jesús. Cualquiera de nosotros tendería a calificar como un logro el atraer personas y más si es concerniente al evangelio, pero ten en cuenta que el corazón de esta multitud estaba distante al corazón de Dios.
Siendo más incisivo, y aplicando esta enseñanza a nuestros tiempos no siempre la iglesia más populosa es la más exitosa. Vemos desde el inicio que la gente tiende a seguir su corazón cuando la misma biblia nos advierte de los peligros de esto. Ellos seguían a Jesús, lo buscaban desesperadamente pero no para adorar, ni para rendir tributo sino para saciar sus necesidades.
- Enfoque Materialista
La gente por fin encontró a Jesús, pero para esta multitud el Creador de los cielos y tierra, Alfa y Omega, Rey de reyes no era más que la persona "buena onda" que los alimentaría ese día. El pueblo estaba más preocupado por sus necesidades diarias fisiológicas que por la necesidad espiritual. Jesús, quien no tuvo reparos para decir la verdad aunque esta sea dura se los hizo saber:
De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.
No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:18
Porque nada hemos traído a este mundo y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 1 Timoteo 6:7-8
2. Enfoque Egocéntrico
Volviendo a las multitudes de Juan 6 estas hicieron una pregunta a Jesús:
¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Juan 6:28
Confieso que al leer por primera vez la pregunta de la multitud me regocijé pensando que ¡Por fin la multitud se doblegaría ante la majestad del Rey! pero Dios me hizo analizar mejor la pregunta. Fue entonces, gracias a la sabiduría de Dios que logré comprender el error en el que la gente estaba.
Si interpretamos la pregunta que los judíos hicieron en el texto más o menos ellos dieron a entender lo siguiente:
"Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros para que tú vuelvas a realizar el mismo milagro que hiciste ayer?"
Esta es una posición y un pensamiento egocéntrico. Tratar de hacer "negociaciones" con Dios es un insulto a su soberanía. ¿Es que no hemos comprendido que todo lo que tenemos es por su gracia? Si sirves a Dios procura que sea por obediencia y no por interés. Te invito a que leas las cartas de Pablo y mires como él comenzaba las epístolas:
Pablo, siervo (esclavo) de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios.
La palabra griega para "siervo" es Dulos y literalmente significa esclavo, es decir que Pablo era una pertenencia de Jesucristo. Pablo no tenía derecho a decidir por su vida, sobre lo que quería hacer o adonde iba. Fue comprado con precio de sangre, tal como tu y yo fuimos comprados por el mismo sacrificio.
Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos. Lucas 17:10
3. El enfoque correcto
Jesús, a lo largo del texto que analizamos hoy, una y otra vez encaró a la gente para hacerles ver que El hablaba de cosas espirituales y no materiales. Cuando la multitud vio que su necesidad no sería satisfecha le tomaron por loco y le dejaron solo. ¡Muchos de sus discípulos también se retiraron avergonzados!
Desde entonces, muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con Él. (Juan 6:66)
La situación se puso tan tensa entre Jesús y los discípulos que invitó a cualquiera de los restantes a largarse si no creían en él y en sus enseñanzas. Hago un paréntesis en la historia bíblica para reflexionar: Las congregaciones siempre pierden miembros que, al no satisfacer las necesidades materiales que ellos tienen tienden a apostatar de la fe y volver al mundo, murmurando en contra de Dios por no tener el correcto enfoque de adoración. Has una evaluación interna en esta hora ¿qué es lo que te motiva a congregarte? Todos tenemos necesidades pero ¿es tu necesidad tan absorbente que has dejado de adorar por preocuparte? ¿cual es el enfoque correcto para congregarme y adorar? Pedro tiene la respuesta a esta última pregunta:
Señor, ¿a quién iremos? Tu tienes palabras de vida eterna.
Pedro dio en el blanco. Dijo las palabras que Jesús quería escuchar. Dios esta buscando adoradores que adoren en espíritu y verdad. ¿estas dispuesto a pagar el precio?
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