Una tragedia en la Familia Real (parte 4)
En treinta años de vida he tomado una filosofía como mía: “Procura en lo que puedas tener la mayor cantidad de amigos, y no busques enemigos, pues uno nunca sabe cuando puedes depender de las personas que menos esperas.” Parece que David, sin querer descubrió esa filosofía, pues años atrás, cuando fue coronado rey de Israel hizo bondad con los descendientes de Saúl, antiguo rey ya muerto por amor a Jonatán su amigo del alma, hijo del rey Saúl. (Espero no enredarte con esta historia). Aún era joven David, sentado en su trono en Jerusalén cuando recordó todo el trayecto que pasó para llegar hasta ese momento. Sus huidas al desierto siendo perseguido injustamente por el rey Saúl aún estaban frescas en su mente, realmente toma en cuenta que la inmensa mayoría del libro de los Salmos fue escritos en cuevas, huyendo para salvar su vida; así que imagina el llanto de este hombre a quien la Biblia lo cataloga como “un hombre conforme al corazón de Dios”, las aflicciones y al mismo tiempo la