En busca de las zorras
No, no se trata de lo que estas pensando, pero si el título causó tu atención vale la pena que leas estas líneas. El tema surgió producto de un mensaje que leí en Facebook: “Me rindo, ya no puedo más” Esa frase me llenó de mucha tristeza la verdad. Habíamos pasado ambos muchas pruebas juntos, reído por momentos y en otras ocasiones no nos quedaba más que darnos un abrazo y esperar que Dios respondiese las peticiones de nuestro corazón. Ni siquiera tuvo el valor de decírmelo y hablarlo, me enteré por otros medios de algo que mi corazón temía, un soldado más desertaba de los ejércitos de Cristo a tal punto que hasta hoy (y espero equivocarme) no quiere saber nada más de Dios, de iglesias y mucho menos del evangelio. No soy juez para dictar un veredicto, ni mucho menos usar este medio para agredir contra una persona; yo mismo soy conciente que el individuo más lleno de errores e imperfecciones en el mundo soy yo y que muchas veces abuso de la gracia de Dios. Los que le dan seguimiento a